En función de a quien preguntes, si a un psicólogo, psiquiatra, a un “coach” o al charlatán de turno que esté de moda, cada uno de ellos dará una definición de la palabra “sueño”. En base a la ciencia donde se cimienten sus conocimientos y teorías aplicables, para cada uno de ellos los sueños tendrán un significado diferente y llevarán parejos connotaciones distintas.
En general amalgamando todo, los sueños son representaciones visuales de nuestro mundo interno que se producen mientras se duerme. La cuestión es que significan esas representaciones y cual es su mecanismo de producción. No me refiero al absurdo significado que adivinos y magos le dan a soñar con determinados elementos, sino a la base real y científica de los mismos.
En general amalgamando todo, los sueños son representaciones visuales de nuestro mundo interno que se producen mientras se duerme. La cuestión es que significan esas representaciones y cual es su mecanismo de producción. No me refiero al absurdo significado que adivinos y magos le dan a soñar con determinados elementos, sino a la base real y científica de los mismos.
Si es verdad que los sueños son miedos, frustraciones, anhelos e incluso avisos del cuerpo, un análisis minucioso e exhaustivo de los mismos pude conducirnos a una verdad desconocida sobre nuestra propia vida.
No estoy de acuerdo. Creo firmemente, que todos nos conocemos mejor de lo que creemos y que en nuestro fuero interno poseemos las respuestas a todas las preguntas a cerca de nuestra propia vida. Lo que pasa es que es el miedo a que no nos guste la respuesta, lo que frena e impide investigar. El ignorante es más feliz. Vive el día a día sin incomodarle a la angustia del conocimiento.
Hace unos años, escuche a un hombre que se dio cuenta que llevaba algún tiempo soñando lo mismo. No es que cada noche tuviera el mismo sueño, sino que aunque diferentes, todos tenían un matiz similar: el hombre o no tenía piernas o las perdía. Al cabo de los meses tuvo un accidente de tráfico y se quedó parapléjico.
Para el rollo paranormal en todas sus ramas, soy un poco incrédula. Sostengo que todo en esta vida y en el universo tiene una base demostrable, aunque el hombre no haya llegado aún a dicha demostración. Pero también es cierto (y está demostrado) que el hombre no utiliza al 100% su capacidad cerebral, así que puede que las personas que utilicen un porcentaje mayor que el de la media, posean capacidades subdesarrolladas en los demás.
Desde hace mes y medio tengo sueños en los que cambian los secundarios, pero los actores principales son siempre los mismos. La temática es cambiante pero se repite un esquema general. Pasa algo bueno, que me gusta y aún durmiendo creo que esta pasando en realidad. Luego algo malo, que me angustia, pero me doy cuenta de que todo es un sueño, me tranquilizo y empiezo a disfrutar del sueño aunque roce la pesadilla. Incluso me sucede algo curioso, soy capaz de despertarme pero seguir el sueño donde lo deje.
Siempre me despierto definitivamente en un momento de los angustiosos, pero aún así, me levanto tranquila y en paz.
He comenzado a apuntar al levantarme el sueño de cada noche por si me sucede como al hombre parapléjico, aunque yo tengo desarrollada mi capacidad cerebral lo que la media.
No se si son mi cuerpo e inconsciente que me intentan avisar de algo, pero ya he perdido el miedo y estoy dispuesta a escuchar todo lo que me tengan que decir. Ya sea bueno. O malo.
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