MI BUJERO

Nueva ubicación de la Puerta del Sol:
Casa de W* nº 10
Provincias

No, no me he vuelto loca (quiero decir peor). La Puerta del Sol se ubica ahora en mi casa, justo al lado de la puerta del baño, nada más entrar. He llegado a esta conclusión porque justo en esa zona hay un agujero que es ya la zona cero de mi casa.
Digo que se ha transformado mi zona cero en la Puerta del Sol, porque las obras que se están realizando en cuestión en mi agujero, comienzan a durar tanto como las de ese enorme boquete que hay en la Puerta del Sol, que debe llevar ya abierto desde la época de Carlos III y que quizás mis nietos vean terminado. Por cierto, ¿ese boquete a dónde lleva?Hace ya algunas semanas (meses diría yo). Descubrí que no era un hombre. No era un hombre porque tenía que abrir la válvula del agua de la calefacción que estaba a cero y tenía que estar entre uno y uno y medio. Pues bien, como el frío polar aprieta, al final me deje crecer los pelos de las piernas y aprendí a ser un hombre. Vamos, que me atreví a darle a la válvula del agua sin necesidad de que un equipo de hooligans me animarán por detrás.
La cuestión es, que cada vez que encendía la calefacción, la aguja que controlaba la presión de la caldera, volvía a cero.

Yo de aparatos de estos no entiendo nada, pero eso no me parecía ni medio normal. Al cabo de dos días el pelo se me comenzó a encrespar como si viviera en el Caribe. Mis provincias son de secano y aunque mi piso se orienta al río (donde no hay supermercados, sólo hormigas), aquello tampoco era normal. La búsqueda de la causa del encrespamiento de mi melena by L’Oreal me llevo a descubrir una ENORME mancha de humedad en la pared de mi cuarto. ¡Y yo no tengo vecino al que achar la culpa porque mee fuera!.“Vale, una tubería de los radiadores pierde agua” pensé. Y llame al servicio técnico de la calefacción. Primero me atendió una señorita por teléfono que me preguntó la marca de la caldera. Yo me subí a la taza del water , la mire por arriba, por abajo, por un lado, por el otro y por detrás. Aquello era una marca blanca. No había. Le dije que no la encontraba y comenzó a tratarme de tonta. Y yo pase porque no era plan de discutir.
Al rato vino un técnico a mi casa, que dijo que lo que pasaba no era competencia suya (efectivamente una tubería perdía agua) que tenía que llamar al seguro del hogar. Yo antes de irse le pregunte: “Oiga, me puede decir de que marca es mi caldera”. El tío se subió en el water miró por arriba, por abajo, por un lado, por el otro y por detrás. “Pues oye, ni puta idea, aquí no lo pone”. “Pues se lo dices de mi parte a la teleoperadora listilla”.Llamé al seguro de hogar y a los TRES días se presentaron los Manolo y Benito charros (los que me hicieron pensar en adicciones). Abrieron un bujero en la pared de mi baño, levantaron un listón de la tarima, le hicieron un torniquete a la tubería y se fueron. “Mañana ya vendrá el albañil”. Mañana fue pasado mañana y en forma de llamada:
- Albañil: “Que, que si estás en casa”.
- W*: “No, estoy de viaje”- Albañil: “Voy el lunes a las 16.00, ¿estarás?- W¨*: “Si claro, no quiero tener un bujero en casa”
Lunes 16.00 horas. Lunes 17.00 horas. Lunes 19.00 horas. Mares. Miércoles. Jueves mañana:
W* llamando a albañil
- W*: “Oiga que quedó en venir el lunes”- Albañil: “No fui yo señorita, fue mi compañero”- W*: “Pues no venga ya esta semana que no voy a estar”- Albañil: “Vale, vale, el lunes le llamo”
Viernes tarde, Madrid.
- Albañil: “¿No estás en casa?”- W*: “No le dije que iría de viaje”- Albañil: “puffffffff, el lunes te llamo”
Martes tarde, llamada. Vendrían al día siguiente.
Entre tanto el domingo del agujero comenzaron a salir hormigas (claro siguiendo el calor de la tubería) y tuve mi cuarta plaga en cinco meses. Que yo a todo estoy empiezo a estar jodia de la cabeza como diría mi páapa de tanto respirar vapores de fúfú, y eso no se me recoge como accidente doméstico…
Aquí tuve yo ayer a mis albañiles. Que nada más llegar me dijeron, que tendrían para un rato porque la cosa estaba jodida (él si pronunció la “d”). Hablaron de levantar baldosas, de quitar un radiador y no se que más asuntos. Un diez minutos terminaron. Un poquito de acuaplas en bujero y un azulejo en la pared del baño…
“Bueno, fírmame aquí, ya te llamará el parquetista y el pintor para rematar la faena”. Y se fue.
Y yo me quede muda.
Así que hay estoy. Con mi obra a medio terminar. Con mi obra de treinta centímetros de alto por veintiuno de ancho en pared rellena de acuaplas y yeso y un listón de quince en el suelo del pasillo levantado. MI GRAN OBRA.

Estoy pensando en acordonar la zona con cinta roja y comprarme un casco de obra…

* MI OBRA, CUSTUDIADA POR PAQUITO Y MIS MEDUSAS, NO SIENDO QUE PASE ALGO...