LA MIERDA DE CHLOÉ

Estoy entre desilusionada y enfadada. No, estoy muy enfadada. De esto las voces de mi cabeza interesadas en la moda, no se recuperan.

Hay firmas que no sabes muy bien porque, pero que casan contigo, que son tuyas aunque no te puedas permitir ni un triste par de medias suyas, que las miras una y otra vez, cuya fecha y hora de presentación marcas con rojo en tu agenda y que son capaces de marca el ritmo circadiano de tu existencia fashion.
Mi firma es Chloé. Espero sus desfiles, sus presentaciones resort, sus campañas y la elección de sus chicas, con la misma ilusión que un niño espera la Navidad.
Chloé nació con el prêt à porter. Chloé es el prêt à porter. No es una firma con pretensiones artísticas y deseo de entrar en los museos, ni de pasar a la historia por inventar nada. No lleva el nombre de su fundador. No es el espíritu de una persona.
Chloé es la firma de las chicas por excelencia. Chicas femeninas que no se disfrazan, chicas que van de chicas. Chicas modernas que hoy tienen un punto roquero, mañana un aire bohemio y pasado un poco naïf. Pero que nunca, nunca pierden la feminidad, ni el espíritu romántico. Chloé sabe a París y a chic francés. Es el café Flore.
Chloé son vestidos etéreos, sobre todo vestidos, suaves y femeninos. En los que puede variar el largo y el escote pero que siempre serán el objeto de deseo. Estampados o lisos, de algodón, chiffon o raso. Con tacones o bailarinas. Con chaquetas de esmoquin, chupas de cuero o cardigans de algodón. Pero siempre vestidos.
Chloé son pantalones ultra femeninos que hoy son más slim y de talle extra bajo y quizás mañana siguiendo la tediosa tendencia sean más anchos, pero siempre serán favorecedores. Combinados con tops que poco dejan a la imaginación, con camisetas o camisas de hombre.
Chloé es encaje y bolsos maravillosos. Es color pero sin estridencia. Es Martine Sitbon, Karl Lagerfeld, Stella McCartney y Phoebe Philo. Es incluso Paulo Mellin que le empezó dándole un toque de la especial Marni, pero que justo cuando trabajaba Chloé y demuestra que puede seguir haciendo la firma sin copiarse, sino reinventándose como hace Chanel una y otra vez, le dan la patada.


Si en la sociedad se respira sexo auspiciado por Tom Ford. Chlóe es Carmen Kass con el vestido más pequeño que la mente humana pueda imaginar adornado con plumas, tacones altísimos y un borsalino.
Si las chicas quieren Rock and Roll, Chloé les da a Daría con camisa transparente, desabrochada y una botas mosquetero, chupas de cuero y vaqueros felinos y etéreos vestidos de gasa estampados en rojo llenos de volantes que se mueven al ritmo de la música.
En el caso de que la heroína Chloé decida darle un punto masculino a su armario, sobre la pasarela los vestidos aparecen con lazos que recuedan pajaritas, camisetas sacadas del armario de ropa interior de un caballero de los años 20 y camisas llenas de broderie anglaise combinadas con faldas de raso y satén.
La firma fue creada por Gaby Aghion en 1952. “Chloé” significaba modernidad y juventud, fue así y con ella como nació el prêt à porter de lujo. En el año 1956 Gaby, se asoció con Jacques Lenoir y ese mismo año presentaron su primer desfile en el parisino café Flore, punto de encuentro de artistas e intelectuales. La colección estaba compuesta por una serie de vaporosos vestidos de algodón egipcio.
Durante los años 60 fueron muchos los diseñadores que colaboraron con las creadoras en la colecciones de la firma y que sentaron las bases de su identidad, entre ellos Gerard Pipart, Christiane Bailly, Máxime de la Falaise y Karl Lagerfeld. Lagerfeld, entró en 1966 pero no fue hasta 1974 cuando se convirtió en el único diseñador de la firma. Fieles seguidoras del estilo romántico, joven y desenfadado que proponía Chloé, fueron mujeres icónicas como María Callas y Jackie Kennedy.
Nuestro querido Karly, estuvo en Chloé hasta el año 1983 cuando firmó por Chanel (y ya diseñaba para Fendi). Dos años más tarde, Gaby y Jacques vendieron la firma al grupo Richmond y comenzó la expansión global de la firma.
Guy Paulin y Philippe Guibourge se encargarón de las colecciones hasta que en 1987 Martine Sitbon firmó por Chloé. La empapo de frescura e intemporalidad. Sitbon duraría en Chloé hasta 1992, año en el que Karly más-gordo-que-nunca Lagerfeld regresó a la firma y con él los desfiles protagonizados por super modelos como Claudia, Naomi, Carla Bruni o Linda Evangelista (imagen de las campañas durante muchos años).
La primera colección de la segunda etapa de Karly fue tachada por la gran Suzy Menkes de feista (pufff años después haría bolsos con su cara, horrores imperdonables en Fendi, y un circo a temporadas alternas en Chanel…) y defendida a ultranza por seguidores fieles de nuestro Karly como André León (antes delgado, luego gordo). Yo que me he visto todo lo que he encontrado en youtube digo que ese desfile es fantástico y actual al cien por cien, quizás mal entendido en la época (en la cual a Marky-me-tatuo-a-Bobo-Esponja-porque-soy-la-mar-de-guays Jacobs le lapidaron).
El caso es que esta segunda etapa de Karly gordo, no fue todo lo óptima que el grupo Richmond y su presidente Ralph Toledano querían. Así que a Karly le dieron la patada, lo cual le sentó fatal porque él ya era la estrella que hoy es. Menudo rebote se pillo el colega, yo creo, que todavía le dura y que si se lo recuerdas se le estalla el cuello rígido almidonaó ese que me lleva para ocultar la papada que le quedó tras adelgazar 21 kilos…
Mediados de los 90, el mundo de la moda sufrió su última gran revolución. Jóvenes ingleses estudiantes de la mítica escuela Sant Martins aterrizaban en Paris para hacerse con el mando de la moda. Galliano en Dior, Mcqueen en Givenchy y … Stella en Chloé.
Stella no era otra que Stella McCartney, hija de Paul y Linda. 24 añitos prácticas en Lacroix y quizás un buen enchufe. Llegó como un elefante en una cacharrería, Rock and Roll, botas altas, escotes profundos, corsés, silueta Slim, pantalones de talle bajísimo. Si, el rock de papá, pero sexo, mucho sexo y una mujer fuerte y decidida que sabe lo que quiere y como conseguirlo. Para ello, no hace uso del “dress for succes”, sigue siendo femenina, siguen los románticos vestidos de Gaby.
Las ventas crecieron, se abrieron tiendas más allá de las fronteras francesas, pero Stella era cuestionada en cada colección. Ganó incluso un CEFA pero a pesar de ello, la sombra del enchufe planeaba constantemente sobre ella.
En el año 2001 Stella firma con el grupo Gucci para crear una firma con su nombre. La sustituta de Stella no la buscaron muy lejos. La elegida fue Phoebe Philo amiga intima de Stella desde los locos años de la Central Sant Martins, asistente en Chloé y segunda de a bordo.
Desde la entrada de Stella como directora artística de Chloé, siempre se dijo que quien en realidad diseñaba era Phoebe, rubia, tímida, inglesa criada en Paris, con ese nombre tan moderno y chic como lo era “Chloé”. Con su primera colección lo demostró. Chloé era ella. No sería, ni será nunca la más grande. Su nombre no se escribirá con letras de oro en el libro de las vacas sagradas de la moda. Pero es una chica que sabe lo que las chicas quieren. Y tanto.
Ventas en ascendentes, bolsos codiciados y la línea “See by Chloé”. Campaña firmadas por McDean e Inez van Lamsweerde & Vinoodh Matadin. Más tiendas, más editoriales, el sueño de las estilistas. Y vestidos, muchos vestidos, a todas horas vestidos. Masculinos, roqueros, con aires deportivos, aniñados, pero siempre para vestir, nunca para disfrazar. Resaltan, no esconden.
Phoebe se fue, y yo llore. La incertidumbre se apoderó del mundo de la moda y ansiosos esperamos la llegada del otoño 07/08 y la colección de ese sueco formado en Marni… Paulo Melim Andersson.
No es que Paulo lo hiciera mal. Que no lo hizo. Que dio un giro a Chloé. Vamos, que en su intención de crear una identidad propia bajo su nombre, rompiendo con el rock, rompiendo con Londres, que era Stella y sobre todo Phoebe, le salió Marni. Y no era Chloé, era Marni. Y no estaba mal. Pero tampoco del todo bien.
En su último desfile, Paulo, si hizo Chloé, con toda su esencia y sin la larga sobra rubia de Phoebe, pero como a Karly en su día le dieron la patada. El mundo de la moda se mueve rápido, no se esperan resultados a corto plazo. Los resultados, son ya, ahora, hoy y no mañana.
Y hablando de resultados, la soberana cagada que ha hecho Hanna MacGibbon, ¿venderá algo?
¿Desde cuando Chloé son modelos anodinas, insulsas, vestidas con ropa de su mamá y con pañales de raso gigantes?
Yo tenía esperanzas en Mac Gibbon. Porque fue asistente de Phoebe. Porque presento un resort brevísimo y una campaña de invierno de a penas tres fotos que casi no aparece en las revistas. Lo cual me hacía creer en ruptura y en olvido.
Ruptura es, pero no olvido.
El desfile del sábado no es Chloé. No es de principiante tan siquiera. No es de Zara como es Gucci. Esa ropa sin identidad, que una mujer no se la pondría, que una chica no desea, es como Holly dice de Dior, una puta mierda.

5 comentarios:

Di dijo...

A mi tampoco me ha gustado nada el desfile de Chloé. Nada de nada

Sr Q dijo...

Lo de Chloé es de despido inmediato, pero fulminante. A mí lo que hacía Melim me gustaba, los dos primeros desfiles no tenían nada que ver con la firma pero el último era muy Melim y a la vez muy Chloé. Esto de ahora es una tomadura de pelo que no haría ni Marc Jacobs en su peor época.


Chloé son chicas jovenes, sofisticadas, seductoras pero no sexuales, románticas, muy de diario pero con detalles. Es chic. Esto de ahora son los patrones del burda copiados por una inexperta en la materia.

Holly Golightly dijo...

Chloé es encanto, es ganas de vivir y nunca es lamento de amor.

No son mujeres de armas tomar, más bien son delicadas musas contemporáneas.

Esto es un cruce entre tonta haciendo cabriolas y estúpida haciendose la niña.

Y lo peor es que es de pena.
Ni siquiera tiene frescura o inocencia, es más bien de deprabado mental.

Un beso

Carlos Rivera dijo...

Buen analisis de Chloé...os espero
en :

www.elsexodebildelamoda.com

EDUARDO dijo...

Fascinado mujer, me ha encantado tu post, divino.

De hecho mi post es un poco exagera, claro q conosco la historia de chloé, la etapa de karl me gusta bastante, y me encanta q sea una firma con tantos rollos, como q karl hablo muy mal de stella cuando la contrataron, estoy fascinado con tu post, por q me parece una excelente respuesta al mio...

 

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