Que compro muchas revistas no es un secreto para nadie y que las colecciono menos. Ahora eso sí, no las guardo todas. Todos los meses, absolutamente todos, compro Vogue; desde Agosto de 2002, un número que conmemoraba el 11-S y que era un canto a la Ciudad de Nueva York hasta la actualidad tengo todos los números publicados, salvo dos. Uno se lo deje a mi amiga E* y tenía a Liya Kebede en portada, un número de Julio o Agosto de, puede, el 2003 (no te preocupes E, sé que ni te acuerdas) y otro el famoso número de Septiembre de “Las Ministras” con Hether Marks en portada. Mi tía lo tiene y nunca más se supo. Son mis tesoros a 3 euros y medio el tomo. Un tratado de sociología más que de moda que diría el Señor Q y con toda la razón. Se puede saber mucho del tiempo de una sociedad a través de Vogue, desde los editoriales a las entrevistas se puede intuir lo que estaba pasando.
Ahora que hay que saber leerlo y no quedarse simplemente en el “salen unos botines de Manolo de 1100 euros”. Cada revista va dirigida a un público y es muy probable que el resto no entiendan su mensaje.
Cuando empecé a leer revistas compraba Marie Claire e InStyle y con 16 años entendía su mensaje, porque yo también quería encontrar un perfecto clon de Chloé del verano 2005 (y lo hice un vestido de Zara que es mi favorito a pesar de que en mi armario cuelga el real), copiar el estilo de Mary Kate Olsen y saber un poquito quien era esa Alberta Ferretti que hacia los vestidos que más me gustaban de la alfombra roja. Reconozco y no me avergüenzo, recordarme a mis y a mis amigas leyendo las “101 maneras de ponerlo a 100” de Glamour y recortar del extra moda (no del de Vogue, ese es sagrado) los looks que más me gustaban de la pasarela. Eso me duró una gripe.
Poco a poco fui dejando esas revistas femeninas, pero nunca Vogue porque para mí sigue siendo lo mejor del mes. Conforme mi interés por la MODA iba en aumento, mi interés por lo femenino y los trapos decrecía, a pesar de que mis dos armarios escupen ropa cuando los abres, y esas revistas se convertían en revistas de leer y tirar: me las compraba para el autobús y cuando llegaba a destino se iban a la papelera.
Mi interés por la moda se alimentaba fundamentalmente online y el descubrir revistas extranjeras, Vogue Paris, Katie Grand y a Steven Meisel me hizo ser, a la vez de la más fiel compradora de Vogue España también su más ferviente crítica: En el año 2002 Vogue España era fantástica en el 2008 una mierda pero lo único potable en castellano.
En Septiembre de 2008 Vanity Fair apareció en España, y también atesoro sus números desde entonces. Previamente a su primer número, parecía que Yolanda Sacristán desde Vogue intentaba que VF no saliera ya que temía que le robara público, así que nos tragamos insufribles portadas con Eugenia la duquesita y Ronaldo el gordo y su chorba intentando hacer una especie de “Hola” de la moda. Basura todo. Con Vanity Fair estos personajes desaparecieron porque se los llevó. Pero se los llevó al mundo irónico de Graydon Carter quitándoles ese olor a naftalina que desprende los reportajes de la revista del saludo. Aún así Vogue nadaba en un mar extraño entre las aguas del moderneo, las del barrio de Salamanca y las del voguetterismo más ridículo. Basura todo.
Y en 2010 llegó ella. Melania Pam. Con sus faltas de ortografía, su sobreexposición en las fiestas y esas cartas de la directora que han creado escuela. Vino con Harper's Bazaar, rival de Vogue en el mundo adelante, aunque todo el mundo sabe que todas quieren ser una chica Vogue. Con la gran Carmen en portada, sin letras, muy minimal. Una revista muy mala que desde luego el taget InStyle no la compraría, pero que puede, por esas portadas mudas el público Vogue sí. Y gracias a Melania y a su rubio platino y a esa mezcla entre ternura y vergüenza ajena que produce, Vogue España es una gran revista, que con muy pocos medios compite a día de hoy con cualquier edición de Vogue.
Desde aquel Marzo hemos visto como las tops del momento hacen editos propios, nada de “copy/paste”, portadas y reportajes. Los Demarchelier disparando y también Mario Vivanco, la primera portada de los Inez&Vinoodh con una Natasha Poly desnuda y sobre todo dos regalos enormes que mucha gente no entenderá pero que lo son: los números de Diciembre de 2010 y Diciembre de 2011. Peter Lindbergh y Bruce Weber. El padre y el Hijo porque el Espíritu Santo del triángulo de los Popes de la fotografía de Moda lo esperamos para el año que viene, Steven Meisel.
El año pasado, el gran Peter hizo un portfolio llamado “España”. Si, es verdad, un número sin ropa, pero con mucho arte. Un auténtico libro de fotografía que utilizando los tópicos españoles sacó lo mejor de España y este año Bruce Weber hace lo que le da la gana para Vogue España. Nada en especial sólo lo que a él le gusta.En este número de Vogue de Diciembre no hay ropa pero hay mucha moda y muchos pensarán que por ello es elitista porque no aconseja que ponerte para cuando en el peor poliéster, pero es una foto de la sociedad de este año que se va, las fotografías de un instante que se estudiará en un futuro. Por 3,50 en los quioscos, arte y ensayo. Gracias Yolanda.
P.D. Los idiotas de TFS no lo han entendido, una vez más y vuelvo a decirles, si lo hubiera hecho la Alt todos sería “maravilloso que te cagas” pero como lo hemos hecho un P.I.G.S. es pornografía. A la del pseudónimo Liberty nosecuantosnumeros que no debe tener vida propia porque no sale de ahí, le digo: “Gucci utilizó bebes en una campaña de invierno y a ti bien que te encanta Mario Testino, Carine y Tom, ahora que como es España es un no gracias. Mira guapa, ni se te ocurra venir desde Manchester a quitarnos un rayo de sol con tus británicas posaderas o mejor si vienes “ay que un mal rayo te queme el culo y se te pele poquito a poco en escozor”” HE DICHO.
P.D. TWO: MI ÚLTIMO COMENTARIO ES IRÓNICO, POR DIOR, NO QUIERO HERIR SENSIBILIDADES.
Las fotos son “High Camp”. De la resista W de Noviembre de 1997. ROBADAS DE TFS. Es un edito genial en el que sale Stella cuando cogió Chloé, Kate Moss, Marianne Faithfull y creo ver en una Phoebe Philo (partido de tenis con Kate Moss). 100% Weber.
17 comentarios:
Estoy contigo, pero sigo sin encontrar ni un atisbo de algo diferente en este Vogue Spain. Mis compras son Monocle y Vogue según mi estado de ánimo, es decir, Italia, Usa o Brazil si me apuras.
Si mujer la calidad de los fotógrafos, sobre todo. Las portadas siguen lleeeenas de letra, eso si.
Tienen meses de querer coger la revista con solo dos dedos de la basura que es y otros en los que mola. No diré mucho porque sería mentir, pero sí que está claro que desde que Melania ha salido a competir con su revista de papel barato algo sí que se ha puesto las pilas.
mmm quizás me he pasado con el jabón, pero es que el edito de Weber me ha conquistado y los comentarios de Liberty muchosnumeros crispado... jajajaja
Es de las pocas revistas que tienen mensualmente una sección de arte más que respetable.
Me encanta como mezclas palabras pedantes con los cotis de barrio pero en plan culto, ME ENCAAANTAAAAAAA
Estaba poniéndome al día con el reader, leyendo tu post cuando ha llegado la revista a mi mesa... Así que me lanzo a ella, también dando gracias por la llegada de Melania.
PD. Yo también las guardo todas, ordenaditas en archivadores de cartón en un armario enooorme... (pero sólo desde el 2004).
Patricia! cuanto tiempo!! pero yo sé que tienes almacenadas taaantas como yo aunque te lleve dos de ventaja... jajajaja
Madi! yo por tu blog me paso a diaria a ver a Nora, no se nunca que decirte porque ya sabes que me pareces una valiente (a mi ** le leo tambien tus entradas... en fin). Viniendo de ti esas palabras me gustan. Un beso
Maika, verdad??? eso tb pienso yo
Me ha gustado este post, en el que se teje la historia de mi vida, de la moda, de las revistas y la sociedad. Hilas fino, querida. Yo empecé por Telva a los quince años, pero me parecía fea y sosita... me pasé a Vogue, y desde entonces, he ido picando (recuerdo ese annus horribilis en 2008).
Harpers me tiene fascinada con sus editoriales, su papel chungo y sus reportajes publicitarios mal disimulados. Así que navego entre Vanity Fair, Vogue y últimamente he comprado Telva alguna vez (se está modernizando, soy fe).
Mañana iré al kiosko y ya te contaré mis impresiones.
Gracias Lucia!!!!!
Por cierto "Liberty muchosnumeros" es una forera del "Fashion Spot" que me tiene cansadiiita. Cualquier cosa de los grandes Vogues es fantástica. Pero todo lo que hace Vogue España, es pornográfico, feo y de mal gusto... "amos anda"
No sabes cómo me he identificado con este post. Comprar Vogue es comprar sueños... Cada mes desde hace más de 10 años tengo parada obligatoria en el kiosco. Hay números mejores y peores, pero esa sensación de felicidad sólo me la da Vogue: esas fotos, esos bolsos, esas modelos. Es arte en papel. Y por menos de 4 euros al mes, a mi me basta!
El momento saliente de guardia y comprar el Vogue es igual a felicidad suprema.
Un beso :-)
La asociación de bloggers malenis le ha concedido un premio, un curso para hacer cupcakes. Pase por mi blog a recogerlo.
Pues a mí Vogue no me gusta nada. Si bien la calidad de los editorials es mucho mejor que en otras (Bazaar incluída), soy una gran fan del trabajo de Melania, sobretodo en artículos y portadas. De todas formas, como has dicho, cada revista tiene su público.
Besos :)
El Harper's español es un ABURRIMIENTO, todo editos en plan catálogo, por cierto, con reprints por un tubo.
En primer lugar gracias de todo corazón al "Blog Maleni" por su premio. Nada me hace mas feliz en este mundo.
Diario de la Novia. Encantadisima de conocerte.
Mar a mi las portadas de HB me gustan mas que las del Voje, pero el contenido no. Compré sus primeros números y a partir del séptimo lo deje. Aun así tiene mas calidad que el resto.
Y me pasa como a Quinqui, me resulta aburrida, le falta algo, alguien, no se
Comparto contigo tu afición por Vogue. Yo sólo colecciono los especiales de coleccciones, accesorios y algunos otros. Con el resto recorto lo que me interesa y voy construyendo mi propio álbum de la moda, desde entrevistas, reportajes fotográficos, hasta publicidad y varios. También he perdido muchoas de estos "apuntes" con tanta mudanza.
Por otro lado están las on line: casi todos los Vogues extranjeros: En mi casa ya no cabe tanto papel. Por cierto, ¿cómo van tus puertas blancas y tu parquet?
Vanity Fair no me gusta nada. Me parece el Hola internacional con mejor papel y fotografías, pero, en mi opinion, no tiene nada que aportar.
Un abrazo.
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