La andrógina y aburrida Emmanuelle Alt dijo cuando se hizo con las riendas de Vogue Paris que iba a bajar la dosis de sexo que aparecía en la revista. Es más presumió en su día de que en su primer número, sólo aparecía un pecho.
Reconozco que, a pesar de todo, ni compré el último número de Carine (que tantos buenos momentos nos va a dar próximamente, porque ahora que es libre es mucho más fascinante), ni el primero de Alt(a). Porque me enfadé. Me enfadé con Carine por la elección de su última portada que más ñoña y aburrida no podía ser y me enfadé con Alt por aprovechar una vez más la realización de la campaña de Isabel Marant para marcarse un edito. Que yo no digo que aprovechando que sales y dejas a Françoise y Antonin con el tu Frank, con los bocatas preparados para irse a jugar al parque con Asia Zahn y las mudas limpias y los tranquimacines y cortauñas para cuando el tu Frank vaya a ver a Christophe Decarnin a su retiro espiritual en el manicomio (Dios me castigará por este cruel comentario, pero va de buen rollo)te marques varios tantos, pero chica ¡Un poquito de variedad! Que si, que hay que ahorrar pero la creatividad es gratis y la ropa te la mandan por la patilla las própias firmas...
Asi que no me las compré.
Ahora Alt se debe haber olvidado de sus promesas y de tapar las tetas porque en el nuevo número de Vogue Paris, vuelven las tetas y las poses explicitas como si Carine (casi) no se hubiese ido. Me gusta la nueva tipografía y me gusta que vuelva la esencia. Porque eliminar las tetas de Vogue Paris no es el camino para volverla actual, el camino del regreso al éxito (2002/2005) es otro.
1 comentarios:
Wed hija, mira que te gusta el lio!!!
Por mi parte,prefiero no ver pechos en las revistas de moda.Me provoca hembidia de la mala.
El relevo de directivos siempre es complicado.Respecto al cambio de dirección de Vogue Paris,uff,...
lo imagino maquiavelico.
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