Aquel día que me despedí de Elena antes de que se fuera a Budapest sentí una especie de vacío ahogado. Estaba claro que aquello era un punto de inflexión. Era la primera de las dos que se iban. Yo no quería que ninguna se fuera porque tenía miedo. Tenía miedo por ellas, por mí y por las que quedaban.
En nuestro quinteto particular la partida de dos componentes a vivir una aventura, nos unió a las que aquí nos quedamos. Un positivo viento de cambio. Me dí cuenta de que a pesar de vivir agónicamente desde que tengo conciencia con la lacra de la futura soledad en mi haber, había conseguido un circulo protector a mi alrededor y como si de fútbol se tratará y esto fuera Inglaterra, nunca caminaría sola.
Son las dos y media de la madrugada. Termino de llegar a casa. He huido. Estaba en un bar y he huido. He huido porque me he tenido que despedir de Rocío y he vuelto a sentir el mismo vacío ahogado. Llevo unos días sintiéndolo.
En general no me gustan como están las cosas pero no se como cambiarlas. La primera vez que sentí el ahogo del cambio, sabía como debían girar las cosas, pero ahora la verdad es que no lo se. Estoy en un pause prolongado y no se como darle al play.
En general no me gustan como están las cosas pero no se como cambiarlas. La primera vez que sentí el ahogo del cambio, sabía como debían girar las cosas, pero ahora la verdad es que no lo se. Estoy en un pause prolongado y no se como darle al play.
Lo único que se es que no me gustan las despedidas. Que no me gustan nada. Que las odio. Que las odio aunque sean dulces porque al fin y al cabo son despedidas. Que odio tener que sentir el ahogo del cambio. Que odio llegar a casa por la noche y que este vacía. Y si, yo, la última en la lista de candidatos a conseguir sobrevivir sola, lo he conseguido. Sobrevivo cada noche sin miedo al mañana. Sin miedo en general. Pero lo odio. Por eso me gusta la idea de irme a vivir con Marta.Se afrontar esto con perspectiva y racionalidad; como espectadora pasiva de la acción, como si fuera la historia de otra. Pero no quiero. Solo quiero que el viento del cambio deje de soplar que lo lleva haciendo demasiado tiempo y solo conlleva lágrimas internas que son peores que las que mojan.
P.D Se que los que leéis este blog no os habréis enterado de nada, pero este blog es mi pequeña terapia y lo necesitaba.
15 comentarios:
Lo bueno de las despedidas es queno todas son permanentes. Sí, son feas pero son el inicio de algo nuevo
besos y muchos abrazos.
lo entiendo perfectamente, son las voces de tu cabeza...a mi las despedidas tampoco me gustan,otras sin embargo si,aquellas que sabes que te vas a encontrar la persona un tiempo después.bS!
Nadie critica la nececidad de sacar tu verborrea por medio de tu blog porque al fin y al cabo es tuyo =D
ANIMO! Todo en la vida es equilibrio, por ahora es una despedida pero la vida de alguna manera te lo recompensara.
PD. Amo como escribes
De nada de todo...
YO!puedo decir que he entendido TODO,y como ambas sabemos ;estamos en el mismo grupo....pero sabes que me encanta ser de ese grupo.
El miedo IRRACIONAL, el AHOGO, forman parte de nuestro ser...no lo intentes entender...vívelo, y a fin de cuentas aprende...y elige. No siempre lo que se esconde de la puerta que decidiste o decieron que atravesaras es tan horrible.
TEN PACIENCIA mi pequeño SALTAMONTES
Claro que si, para que esta el blog si no para desahogarse cuando haga falta!
Las despedidas yo tambien las odio, y ese "ahogo del cambio", que es exactamente lo que siento ahora mismo, pero nunca hubiera sabido expresarlo como lo has hecho tu.
Me queda pensar que muchas veces el cambio es para mejor, aunque todavia no lo sepamos.
Un besazo!
Es muy duro separarse de un pedacito así de tu vida...estamos en las mismas, odio las despedidas por eso siempre digo hasta luego y el viernes me autoengañé y dije hasta luego porque el lunes vuelves y después tal y más tarde cual y bla bla bla. Aunque sé que no va a ser lo mismo y que tres pedacitos de mí se van a vivir juntos lejos de mí...Pero bueno, trato de esquivar el tema como buenamente puedo, vigilo los puertos y me mantengo cuerdo...
Un abrazo
Para eso está el blog, para servir de desahogo al que lo escribe!
Te entiendo perfectamente. Aferrarse a algo siempre supone la pena de la despedida y despedirse de alguien por el que sientes un aprecio especial siempre es motivo de tristeza, de ahogo.
Pero tienes el corazón grande y seguro que hay mucha más gente que esá deseando hacerse un hueco en él.
Animo!
Yo me voy a meter a monja, así no tendré amigas ni despedidas, sólo momentos de oración y sosiego. Rezaré por vosotros :)
Nunca olvides que la vida es una línea recta y continua, y que por tanto, la tristeza y el dolor sólo pueden ser un punto de partida.
Nunca estarás sola porque al lado de esa línea tuya, yo tracé la mía muy cerquita y con escuadra y cartabón, para q no se alejen...
Un besote,In.
Tu desahoga, que para eso estamos
Aunque suene raro te entiendo... mucho más de lo que imaginas. Has hecho una descripción perfecta!!
B-esos miles
- aldorado: las despedidas no son permanentes, pero durante un instante los son. Un beso.
- Mario. Me debs via correo un bocata de chorizo... me lo he ganado... jaja. Un beso
- Preppy Dude. Gracias. un beso
- Holly: ¿misticismo? Un beso
- Shoap. gracias nena. un beso grande
- Vitote: ¿y conozco a esos tres verdad? Ains cuanta razón!!! un beso
- Ratita: Mucha gracias. En serio. Un beso
- Sr Q: Estoy enfadada contigo porque no dejas comentar... jajaj. ¿Tu a monja? que tiemble el clero... un beso
- Di. los blogs son terapia gratis... bueno pagas ADSL... un beso
- B*. un beso ¿todo va bien?
JULIA Y MARTA: Que os puedo decir que no os haya dicho en persona, en el blog... no se, es que no se... un beso
Publicar un comentario