MODERNIO DEL GÜENO

213 de la rue Saint-Honoré, Paris. No voy a decir que Colette es la madre de las concept stores, donde puedes encontrar desde dispensadores de caramelos PEZ en edición limitada, pasando por postales de a un euro, hasta llegar a los vestidos de Rodarte.
No lo voy a decir porque eso lo sabemos todos. También sabemos todos que en su sótano se encuentra su famosísimo restaurante de aguas, y una galería de arte donde ahora se puede ver una exposición sobre la muñeca Barbie (estoy de moda). Tampoco voy a decir que es el templo sagrado de la secta fashion a la que acuden de rodillas todos los modernos de mierda que pisan con Converse de edición limitada Paris. No.

Y digo Converse de edición limitada no por decir, ni porque todo moderno que se precie tenga ya relegadas en su armario unas compradas hace cuatro años. Digo Converse porque es la máxima expresión del poder Colette. Porque, si las Converse pasaron de ser unas zapatillas de 15 euros marginadas en los almacenes de las tiendas de barrio, a lo más de lo más, fue porque a Sarah Lerfel hija de Colette Rousseaux le gustaban las tan denostadas a principio de siglo, zapatillas.
Sarah pidió a Converse que diseñara unos modelos exclusivos para la tienda, el pijerio fashion las adoptó como último simbolo de reveldía individualista, de ahí a las revistas vanguardistas y a Vogue Paris, para por último asaltar la calle y convertirse en el calzado representativo de la primera década del siglo XXI.
Sinceramente, me rio del anti sitema que eligió Converse como símbolo de reveldia, las Converse fueron elegidas para él por alguien que se encuentra en la cúspide de la pirámide del lujo.

La historia de como Colette Rousseaux paso de ser una mayorista del Sentier a una visionaria y creadora de tendencias de la cual no existen prácticamente fotos y no concede entrevistas cual Martin Margiela, sólo es comparable al cuento de cómo Natalia Vodianova pasó de ser una vendedora de frutas a modelo aristócrata. Falsa y adornada.Cuenta la leyenda que Colette era la dueña de Polo, un mayorista del barrio del Sentier. El Sentier parisino fue durante los años setenta y ochenta el lugar donde habitaba el diablo para los diseñadores, ya que allí era donde se encontraban los talleres donde se cosián replicas de las prendas presentadas en pasarela. Algo así como los precursores del made in China inspiración Gucci actual. En aquello años, muchos colaboradores de los talleres de Saint Laurent y Dior se sacaban sobresueldos "robando" patrones y llevándolos al Sentier.
Con la llegada de las firmas low-cost en los años 90, a Colette aquello se le quedó obsoleto, asique vendió Polo y con ese dinero compró en 1996 un local en la calle que, curiosamente, un par de años más tarde se convirtió en el campo de batalla de los grupos LVMH y PPR propietarios ambos de la mayoria de las firmas que se venden en Colette, la rue Faubourg Saint Honoré.

En Marzo del año siguiente, en aquel local de 700 metros cuadrados, nuestra visionaria, abrió juntó con su hija Sarah (que era una chica muy moderna y con mucho olfato que trabajaba en Purple) su tienda homónima, extapolando el concepto de mayorista de trapillo (ella elegía entre metralla ropa para Polo y en Polo compraban minoristas multimarca) al del modernio, a lo "conceptual". Y fue un éxito. Y ambas se convirtierón en una de las parejas madre/hija con más poder del mundo de la moda. Y el resto ya es historía...
Dice también otra oscura leyenda, que la idea de extrapolar lo masificado a lo selecto en realidad se lo chivó un día un apuesto chico serbio llamado Milan Vukmirovic. Este hombre fue durante los últimos noventa y principios del presente uno de los rostos más poderosos de la industría. Rostro porque él, si se dejaba fotografiar y no había fiesta selecta que no contara con su presencia. Era el jefe de ventas de Colette, el que realmete elegía lo que se vendía. El ascenso y descenso de Vukmirovic, fue impresionante. Con la llegada de Tom Ford (si, nuevamente ÉL) a YSL poco tiempo despues de comenzar el éxito Colette, Vukmirovic se convirtió en el jefe del departamento de accesorios de la firma para pasar a ser a los meses la cabeza visible de Jil Sandrer, tras la primera marcha de Jil de su própia marca, obra y gracia de Mr Prada... Fracaso extrepitosamente porque las fashionistas que se rendían ante sus elecciones en Colette, le dieron la espalda en Sander, "rise and fall" en cinco años.
Milan Vukmirovic, ahora ya no es nadie, diseña para Trussardi y fotografia editoriales para L'Officiel. En cambio, Sarah y Colette son más famosas que nunca porque han pasado de ser una dirección secreta a toda una imagen de marca porque estar en Colette es ser y el "Disponible en Colette" toda una garantía de ventas.

En Colette trabajan cincuenta personas entre dependientes y estilistas. Colette Rousseaux que tiene mucho de Margiela pero también mucho de Amancio Ortega, se le puede ver pasear por la tienda de lunes a sábado, y el domingo cambiar disposición y escaparates para volver a sorprender a la siguiente semana en su batalla interna con el otro templo de peregrinación mariana de toda la vida, que es la boutique Maria Luisa sitiada a pocos metros (batalla que comenzó cuando Colette le robó a Maria Luisa al estilista Lucien Pellat-Finet).


Sea como fuere, Colette manda en el imcosciente, y no sólo en cuanto a Converse. Si los cosméticos Kiehl's aterrizaron en Europa fue porque ella fue a buscarlos a Nueva York y quizás Pucci, que a finales de los 90 estaba muerta, fuera comprada por LVMH porque fue una de las primeras firmas que se vendieron en ella.
En boca de Sarah, no sabe cual es el futuro de Colette. Madre e hija han rechazado ofertas de compra para inagurar Colettes a lo largo y ancho del mundo (aunque abrieron durante unos meses una de esas tiendas fugaces en NY comisionada por GAP) y sueña con comprar todo el edifício donde se encuentra la tienda para montar quizás un hotel.


El caso es que yo nunca he estado en Colette pero la próxima vez que vaya a Paris como buena víctima de Carine que soy que quiere una camiseta sobrevalorada de Balmain, acudiré rauda y veloz a respirar l'aur du temps de la tienda para saciar a la Barbara Martelo que llevo dentro.

P.D La Martelo ya debe odiarme... jaja


18 comentarios:

Alphonse Doré et Noir dijo...

Me ha gustado mucho lo del sobre sueldo con los patrones. QUe gracia.

Personalemente no me gusta mucho la tienda. He estado un par de veces y lo unico bueno que hay es el ambientillo (para 10 minutos claro).

ZEPETIT dijo...

Habra que probar!

Zepequeña.

Wed* dijo...

Alphonse, vives en Paris verdad?? Yo es que me conozco y se que en cuanto pise Colette me defraudará, pero me callaré como una puta y empezaré a buscar algo de "a un euro" para llevarmelo y pensar para mis adentros "tengo un trozo de Colette" jaja. Muy predecible, tanto que me empiezo a avergonzar... Un beso

Zepequeña, si verdad? Un beso

Alphonse Doré et Noir dijo...

No, por desgracia no vivo en Paris, jeje.

Y te entiendo en lo del euro. Luego te pondras digna y diras: pues no me da la gana gastarme 40 euros en una chorrada por muy colette que sea.
Eso si, sacaras todas las fotos que puedas ;)

Ald0rad0 dijo...

Nunca he ido pero en una parte de la ciudad existen diez o más tiendas que intentan ser las Colette de México. Son lindas pero dan pereza.

Besos!

You! Me! Dancing! dijo...

Ay dios, Colette, Colette! ¡Qué gran lugar!
Recuerdo que la primera vez que la visité no podía dar crédito. Hasta me puse nervioso y todo.
Es realmente un sitio muy especial. Siempre me pareció y siempre me parecerá.
Auqnue es verdad que últimamente está pero que el metro. Tanta, tanta gente que ya no se pueden ver ni los objetos.
Ahora que aunque sólo sea por ver a los(las) dependientes(as) o la fauna que pasa por allí ya es alucinante.
Pura pose, pero taaan divina... jajajaja

Wed* dijo...

- Alphonse ¿dejan sacar fotos? interesante... perseguiré a la Rousseaux y me forrare! Un beso

- Aldorado, alli, aqui y en todos los lados!! pero no terminan de cuajar. Yo soy de una ciudad de 65.000 habitantes y hay un intento de una, no te digo más ! Un beso

- YMD!... creo que yo tambien me pondré nerviosa, los nervios de la moda. me pasó en Harrods, me pasa cada vez qu entro en EKS... jaja. Que tontos somos! Un beso

Sr Q dijo...

Este post es fabuloso, primero porque informa (importante) y segundo porque destila personalidad e ironía fina... ese final con "saciaré la Bárbara Martelo que llevo dentro", ese odiar Balmain pero querer a toda costa una camiseta aún sabiendo que es pura tendencia... de verdad, me encanta. Saludos ;)

Shopaholic dijo...

Que interesante toda la historia de las converse, no tenia ni idea que su revalorizacion era obra de Colette.
Yo solo he estado un par de veces; la ultima, la semana pasada, y tengo que confesar que no pude evitar comparme un pin de la barbie!!

Un beso!

Lapetitefille dijo...

bueno.. vale..!1 veo que estais interesadas.. asi que mirare la manera de contactar con ellos.. y pone algo en internet... muaa!1 me ha gustado lo de colette ( tenog la suerte de tener la escuela al lado asi que doy fe de todo lo que dices!) muaa

Mónica dijo...

un gran post. lamentablemente me hiciste recordar cuando el julio pasado estuve 4 semanas en París y me peregrinación a la meca de la moda fue en vano: estaba cerrada por reformas!! qué indignación sufrí... espero poder visitala este verano si voy...

Wed* dijo...

Señor Q!!! es que yo como usted soy un mar de contradicciones y tanto te digo como que quiero una camiseta de Balmain, como que me da un asco de flipar, pero es lo que tiene la moda... jeje. un beso

Shoap. Nuevamente gracias por lo de como colgar las fotos más grandes... Un beso

Pettite... te hare rica solo con el Chloe que comprare...jeje. un beso

Atelier ya tienes excusa para volver a Paris :) un beso

Di dijo...

Y pensar que cuando yo fuí no me compré nada... con lo que molaría decir "es de Colette". Jo

Anónimo dijo...

Dos cosas:
Vengo del post de Q, en el que ya he asumido que soy una hortera porque me gustan las converse desde siempre (me estoy planteando escribir un post en plan "confesiones de una hortera anónima") y no me he planteado si estaban o no de moda. Lo que desconocía era que su oscilación entre lo guay y lo peor era por Colette.
Otra cosa, yo tampoco he estado en la tienda. Pero ahora sé que tendré que ir. Y me ocurrirá como a ti, que ya puedo soltar pestes de Balmain, que sé que perdería el culo si me comprara algo suyo. Contradicciones que tiene una
Besos.

Anónimo dijo...

Ah, que te añado a mis links, porque me encanta tu blog.

Holly Golightly dijo...

La Martelo te quiere.

En París no se la comen ni las ratas.

luis52 dijo...

que MIlan Vukmirovic no es nadie ahora???? Es actualmente el Diercot de LÒfficiel Hommes, una de las mejores revistas masculinas de moda, Director creativo de Trussardi 1911 hombre, mujer. En la feria del mueble presenta su linea de muebles para Trussardi 1911. Fundador y director de The Webster, espacio multibrand en MIami, actualmente colabora en numerosas revistas de moda, etc, etc...
Antes de escribir, informate!

luis52 dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
 

Me leen...

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