Hace cuatrocientos años, Nicolás Copérnico consiguió ver en el cielo más lejos de lo que le permitían sus ojos.
No era el primer hombre que miraba al cielo.
No era el primer hombre que miraba al cielo.
Somos polvo de estrellas. Cuando la ciencia era filosofía y mucho antes cuando el hombre habitaba cuevas, ya se miraba al cielo buscando respuestas. El cómo, cuándo y porqué del pasado y del futuro.
Todas las culturas, todos los pueblos, incluso los que no pecan de manidos como los Mayas, han utilizado el mapa estelar como guía de su vida, como oráculo previsor y consejero.
Las estrellas son luciérnagas brillantes que iluminan el firmamento. Desde un punto de vista racional, las estrellas son cuerpos enérgicos que habitan el espacio.
El Sol es nuestra estrella madre. Giramos alrededor de él y si decidiera apagarse nosotros nos apagaríamos.
El poder de una estrellas sobre nuestras vidas. Dependencia total.
Incluso la luna, que no es una estrella, es capaz de ejercer magia sobre el agua. Las mareas. Y el hombre es fundamentalmente agua… y polvo de estrellas.
El Sol es nuestra estrella madre. Giramos alrededor de él y si decidiera apagarse nosotros nos apagaríamos.
El poder de una estrellas sobre nuestras vidas. Dependencia total.
Incluso la luna, que no es una estrella, es capaz de ejercer magia sobre el agua. Las mareas. Y el hombre es fundamentalmente agua… y polvo de estrellas.
No se si nuestra historia está escrita o por el contrario podemos ser escritores de nuestra historia. Quiero creer lo segundo, que tenemos capacidad de elección, de ser quien queramos ser. Pero también tengo claro que existe una fuerza (¿acaso el todo no surgió a partir de cuatro fuerzas en tensión?), que irremediablemente influye sin nuestro querer. Una predestinación. Todo tienen un porque. El destino.
Junto con el destino el azar y la causalidad… pero que dependen del primero. Los sabios siempre han sido capaces de leerlo, pero no de salvarlo. Un final irremediable.
Somos polvo de estrellas. Materia que surgió en el corazón de estas ancianas. Sabias consejeras que albergan la respuesta, ¿cuál es tu pregunta?
Junto con el destino el azar y la causalidad… pero que dependen del primero. Los sabios siempre han sido capaces de leerlo, pero no de salvarlo. Un final irremediable.
Somos polvo de estrellas. Materia que surgió en el corazón de estas ancianas. Sabias consejeras que albergan la respuesta, ¿cuál es tu pregunta?
FOTOS: Peter Lindbergh (Harper's Bazaar 1993)
7 comentarios:
muy interesante la verdad. yo creo q como dices tu si somos escritores de nuestra historia xo a veces ocurren cosas q desgraciadamente no queremos q ocurran...las fotos q has puesto son preciosas.bS
Amazing photos! Happy New Year from Poland :-)
Yo no creo en el destino. Hablando de física, creo en la teoría del caos. Todo puede cambiar para bien o para mal a consecuencia de acciones que evolucionan de manera imprevisible. Todo es consecuencia de nuestros actos retroalimentados en el tiempo aunque estos respondan a una serie de leyes probabilísticas que actúan como corsé para el azar...
No no me he tragado la Espasa, lo dice El Joker "somos agentes del caos".
A cuidarse
te leo mucho, pero creo qeu nunca habia comentado. Pero este post me encanto. feliz año.
Mario. Gracias. Un beso
Agus. Thanks and Happy New Year for you too
Vitote. No creo en la ley del caos esta demostrado que la mayoría de los actos están regidos por leyes naturales. El azar es anecdotico.
Lucia. espero verte más por aqui. Un beso
La pregunta es ¿se cumplirá mi destino?
Si Holly, se cumplirá tu destino, estoy segura. Un beso
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