#laingledecristiano

Desayunarse el lunes con la ingle de Cristiano. Con esta frase se pueden construir muchos titulares para todo tipo de prensa.

Hace poco más de un mes, la directora de moda de Vogue España, Belén Antolín, colgaba en su Instagram una instantánea de CR7 e Irina con Mario Testino y les daba las gracias por el editorial que acababan de fotografiar para Vogue España. Rápidamente,  Carlyne Cerf  de Dudzeele, esa mujer de mediana edad autora de la primera portada de Vogue USA al mando de Anna Wintour, se apresuraba a puntillar: “Styled by moi” que es la manera que tiene de firmar su trabajo en las redes. Acaso la Antolín sin nombrarla daba a entender que el trabajo era suyo, o eso me pareció a mí y a unos cuantos seguidores que la felicitaban y eso le debió de parecer a la propia Carlyne. En general yo soy muy de ver tramas ocultas en los trabajos editoriales y conspiraciones propias del Prêt-à-porter de Robert Altman.


La portada aun habiendo sido fotografiada por el señor Testino es de, digamos poca clase y menos gusto, pero desde que Tom Ford se fue de Gucci, Mario Testino vive más de rentas pasadas que de grandes fotos presentes y Carlyne vive su vida loca vestida de Adidas con bisuta de Chanel y bolsos personalizados de Louise Vuitton, firmando todas las portadas controvertidas de la revista V. Sigue su Cerf style baby. No es la mejor portada de Vogue España pero tampoco es la peor. Tirando de archivo reciente encontramos a Eugenia Martínez de Irujo y a Ronaldo (el Gordo) con aquella novia con la que se casó pero no se llegó a casar en Paris, y cuyo nombre ni recuerdo, ni quiero buscar.

Con este mes de junio, Vogue cierra una trilogía de parejas en portada en 2014: la de los Beckham en Vogue Paris, la de los Kayne en Vogue USA y ahora la de Cristiano y señora en Vogue España. Tres parejas, tres estilos de vida. Tres lujosos estilos de vida. Tres lujosos estilos de vida que al público que cree que no consume moda, al menos no consume la moda de Vogue, le interesa y mucho. Si bien la de los Beckham se aleja del tufo wannabe que tienen las otras dos, fueron ellos los que sentaron precedentes en aquella sesión para L´Uomo Vogue, cuando la señora de Beckham confeso que su marido tenía un tubo de escape de tractor entre las piernas. Marcando clase.  Creo que Condé Nast nos está diciendo que su rumbo está cambiando.

Haciendo una valoración aún más personal del asunto, desde el punto de vista estético y conceptual, a mí la portada no me gusta nada. Aunque la identifique con los valores de marca de los protagonistas y autores, no la idéntifico con los valores de la marca “Vogue”. Han querido crear algo viral de lo que todo el mundo hable para evidentemente captar lectores, buscar un público que nunca pensó que Vogue era su revista y subir las ventas porque saben que el público tradicional de Vogue, en el fondo no les abandonará porque al menos en castellano, no tienen a dónde irse. 

Al mismo tiempo, sin relacionar la foto con la marca Voguees tan loca, tan ególatra, que no puedo por menos de darle un rotundo si. Y más en directo, en el kiosco al lado de las otras revistas de moda: Cristiano en la semana de Champions desnudo, depilado, musculado, marcando ingle y recogiendo el testigo de Anja Rubik en la gala del Met y tapado con Irina que es mero atrezo del protagonista aún saliendo en primer plano, aún saliendo en páginas interiores más desvestida.

Quien crea que es la foto es atroz y lo más choni desde Terelú en Interviú, que corra a páginas interiores a ver a Cristiano en slips y con la camisa abierta abrazado por una Irina semidesnuda con la que tiene cero química. #cerfstylebaby como los jeans y Lacroix de 1988.


LAS JORNADAS DEL MUSEO

Hoy se celebran en el Museo del Traje las IV jornadas de blogs de moda. Esta iniciativa del Museo del Traje me parece muy buena y positiva. Yo intenté ir en el año 2010 cuando todo era más naÏf e inocente pero debido a mi condición provinciana no pude.

Estas jornadas del Museo, son como los congresos nacionales de las profesiones liberales, pero a diferencia de estos me da la sensación que las jornadas de bloguers están demasiado enfocadas a monetizar el asunto. Es muy lícito querer ganar dinero escribiendo un blog, cada uno tiene un blog por un motivo, y mientras no se vulneren los derechos de los demás cada uno puede hacer lo que quiera, pero si el tema a tratar en un blog es la moda, ¿Por qué de lo que menos se habla es de moda?

Cuando voy a algún congreso relacionado con mi profesión, suele haber talleres sobre marketing y rentabilidad para crecer y ganar dinero,  pero la mayor parte del contenido del programa de esas reuniones son ponencias, debates y charlas sobre novedades en relación a mi ámbito profesional y me consta que en otros congresos de otras profesiones sucede lo mismo. Si bien es verdad ser bloguero, de la temática que sea, no es una profesión al uso porque no está reglado legalmente y porque se están desarrollando y compartiendo contenidos en torno a una afición. Aquí no meto a los periodistas que son contratados y escriben en plataformas digitales.

No es lo mismo Business of Fashion, que Vogue o que Modaes o Style Lovely, pero todas tienen en común la moda y de la misma forma ningún bloguero de moda es igual a otro pero todas las corrientes deberían estar representadas para alcanzar relevancia y para ser realmente unas auténticas jornadas de blogs de moda.

Cada vez estoy más segura de que soy una romántica y que somos pocos los que nos tomamos esto como una afición, como una manera de conocer gente interesada en el mismo tema con la que poder comunicarse y de la que poner aprender. Por eso casi no escribo, porque he perdido la ilusión. Ya le pasó antes a otros a Quinqui, a Lucio o a Jamelgo, y no me estoy comparando porque están en otra liga, yo aprendí mucho de ellos.


Claro que sigo viviendo la moda, y leyendo moda e investigando sobre moda. Claro que le doy la vuelta y reflexiono sobre estos temas en mi cabeza, pero al final me da la sensación de que son más los que quieren un bolso gratis que los que queremos debatir sobre si el verdadero éxito de Victoria Beckham  es haberle robado la jefa de taller a Roland Mouret. Y ojo, no es cotilleo, es la portada del segundo número en papel de Business of Fashion.