Una de las noticias del día en el mundo de la moda es que Anna Wintor está tentando a Lena Dunham para protagonizar la portada de Vogue USA. Dunham no es el prototipo de chica Vogue pero a fuera parte de gustos personales, no es una elección descabellada.
Las portadas de Vogue USA nunca contentan a
nadie, si bien a la gente que nos gusta la moda, ver a la actriz de turno hacer
promoción en portada, fotografiada y retocada por Testino un mes tras otro nos
hace querer arrancarle el bob a Anna de un solo tirón, a los fans de esas
actrices y cantantes les encanta, más si son alguna novia de América y cuentan algo
á lá Jennifer Aniston que tiene
repercusión en los medios, o son ellas mismas la repercusión como la señora
Obama.
A Anna Wintour le encanta siempre poner a la
chica que está más de moda, este año hemos visto a la insufrible Jennifer
Lawrence, que al parecer tiene mucho tirón entre los adolescentes estadounidenses,
aunque luego ha sido el número de Septiembre que menos se ha vendido en los
últimos años, que se vio reflotado gracias a una excelente campaña en Instagram
que hizo la revista, Kate Upton haciendo valer el dicho “tiran más…”, Katie
Perry, Beyoncé, Claire Danes más de moda que cuando protagonizó “Romeo +
Julieta” gracias a “Homeland” y casi a Miley Cyrus. Dunham mal que le pese a
ella (o no) está dentro de este grupo, de mujeres de las que se habla en los
medios y en alguna forma de referente para otras. No en vano Lena, o su alter
ego Hanna, que como le pasó a Carrie en los 90 no se sabe dónde termina la
actriz y donde empieza el personaje, se define como la voz de su generación
siendo o queriendo ser la “anti it girl”, enseñando su cuerpo alejado de la
talla 0, mal vestida de Prada y siendo todo lo que no fue Carrie pero lloriqueando
como ella.
La propuesta no me parece descabellada porque
Vogue se vende para vender un mes tras otro, ese es el objetivo y Anna
Wintour lo ha repetido incansablemente en los últimos años, no sólo revistas,
sino los productos que muestran dentro y por extensión las inspiraciones low
cost. Seguramente no la mande adelgazar como hizo con Oprah porque es lista y
sabe que Lena no es de las que hace dieta para Vogue (o eso quiero creer yo,
pero a saber) pero la fotochopeará hasta
el pasaporte. Lo que si me sorprenderá para mal es que Lena acepte, Vogue
representa todo contra lo que ella teóricamente lucha desde su intelecto ¿o no?
Fotos del Instagram de @voguemagazine