REBAJAS

Hubo un tiempo allá por los ochenta y noventa donde las estaciones las marcaba el “Colmado de Isidoro” ahora las estaciones no existen porque “Emporio Amancio” se las ha cargado. Al honor de no tener que esperar con ansia la llegada de la primavera al Corte Inglés, se le une otro que es dictaminar cuando empiezan las rebajas.

Desde hace cinco días muchas franquicias y tiendas pequeñas multimarca ya estaban de rebajas, pero hasta que Zara no ha colgado su cartel rojo nadie se ha sentido en esa doble época del año. Así que ahí estaba yo esta noche a las 00.00 en la página inicial de Massimo Dutti y Uterqüe con los objetivos claros de comprar básicos de algodón y fulares en la primera, y unos botines súper horteras de piel de potro con estampado de leopardo en la segunda. ¿Y qué me compre? NADA. Los botines volaron en 5 minutos, el tiempo que estuvo colgada la página mientras yo intentaba cliquear el número 37. Cuando lo conseguí, apareció el cartel de “agotados”.  Asco infinito.

En Massimo Dutti pasó lo que en forosvogue (pozo sin fondo de sabiduría en internet) llevaban vaticinando desde hacía días: que no habría tallas. Y no las hubo. Era imposible seleccionar algunos artículos porque a las 00.10 parecía todo arrasado. Y no me lo creo. Porque por lo que podía leer en las redes sociales todo el mundo estaba igual que yo.

Hemos pasado de la leyenda urbana de que Inditex hacía ropa sólo para rebajas, a la aparición  de los rincones ordenados de nueva temporada, esas prendas que llevan un mes en las perchas pero que de repente insuflan primavera, a las prendas fantasma. Y eso no es más que una herramienta de marketing para crearnos la necesidad de comprar al instante porque realmente luego no está, luego no se rebaja o luego no hay talla. Moda rápida de deseo rápido y de compra rápida porque desaparece.

El poder de cambiar esto lo tiene el consumidor, pero aunque digamos que queremos un consumo sostenible, lo cierto es que parece que queremos seguir siendo una Carrie de armario repleto, que vive por encima de sus posibilidades 100% viscosa. A las colas en las calles me remito.