Larga vida al mito

Aunque me reafirmo pensando en que Carrie era, es y será fea (a mi la subjetividad de la bellaza me la trae al pairo, soy más de estilo dictador), no seré yo quien mate al mito ya que, y a pesar de todo, Sexo en Nueva York nos ha dejado momentos impagables.
Y digo impagables porque el vestuario que porta Sacajesicalparque en la serie asciende en cifras reales a tres millones de dolares.
Mi selección, robada de otras páginas, de lo mejor de Carrie.















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Carrie Bradshaw ha hecho mucho daño al universo femenino, porque reconozcámoslo; ES FEA. Siempre lo fue y siempre lo será. Y algunas veces hortera. No choni, eso nunca, sino simplemente hortera. El resto iba bárbara, tanto, que sus estilismos ocultaban la realidad patente: que Carrie Bradshaw era fea. La mentira no acaba ahí. Escribía una columna para un periódico gratuito, que no para el Times o el Post, no. Una columna en un periódico de esos que te reparten en la entrada del metro y para el que los jubilados hacen cola. Y aún así era la estrella de Nueva York. Como si de una Lauren Davis se tratara (Santodomingo obra y gracia marital) invitada a todos los saraos, era el perejil de todas las salsas. Pero no sólo eso. Su sueldo de columnista en periódico de perfil bajo, le permitía comprarse Manolos que frente a los Dior y Prada eran de saldillo. Amante de la moda, yo creo que si Carrie Bradshaw viviera hoy, tuviera menos de treinta y fuera española, no sería columnista, sino egobloguera. Miedo.
Pero donde más daño ha hecho es en el universo de las relaciones, ¿alguien se ha creído que una tipa fea y sobre todo ególatra (yo, yo, yo, mi, me, conmigo) con una caidita de ojos y un ladeado de cabeza conseguía al tío (forrado) de turno? SI. TODAS. Porque Carrie no sólo fue la única que no mostró sus encantos en la serie, sino que nunca hacia nada para ligar. Se lo daban hecho. Y eso siendo ególatra (y eso siendo fea). Alguna vez decía algo parecido a un “me gustas” y… ¡paro porque me enciendo!
Carrie no es la única heroína femenina del siglo XXI que tiene culpa de las frustraciones en materia amorosa; también tiene culpa Serena Caroline Van der Woodsen que con poner morritos y los pechos altos lo tiene todo hecho y hasta Meredith tengoveinticinco Grey. Todas no hacen nada, de nada, salvo un “me gustas” (o sinónimo) de vez en cuando y se llevan al Patrick Dempsey de turno.
Eso en la vida real no pasa. Si pasas lo veinte y sueltas un “me gustas” (o sinónimo) lo más probable es que como respuesta obtengas un “¿el qué?”. En los tiempos que corren las chicas, gracias a las heroínas del siglo XXI parece que debemos tomar la iniciativa (ellas ya he dejado claro no la toman y por eso nos frustramos, quiero dejar este punto claro porque yo he descubierto su secreto), nos tiramos a la piscina y pasa lo que pasa; que nos mojamos hasta las bragas (que palabro más feo) y no pescamos ni un pez.

Un “Me gustas” es sencillísimo porque eso es como mojarte los pies, tu dignidad permanece intacta y si no obtienes respuesta por lo menos te has refrescado. En tiempos de pre *, yo (la que escribe) se vistió de novia (si, si con ramo y velo incluido) como si se creyera joven (hace dos años y medio) en una carnaval para declararse a un “Oficial y Caballero”. Y zurra y dale toda la noche detrás de él para que al final, yo (la que escribe) terminara saliendo por patas (en un taxi) compuesta y sin novio. Menos mal que no iba de novia convencional sino de novia a la fuga con zapatillas deportivas. Como si fuera un pre-aviso. Todo muy Julia Roberts. Otra heroína, en este caso de los 90, que ha hecho mucho daño. Pero a Julia se le perdona porque nadie ha hecho de puta como ella. Bueno si, Audrey en “Desayuno con Diamantes”. ¡Ah!, ¿Qué no sabían que Holly era una señorita del oficio? Pues léanse el libro…
Por si no tuve bastante después de mi humillación (no he entrado en detalles pero lo de llevar velo y ramo fue lo más digno) a la semana siguiente tras conseguir que dicho caballero me llevará a casa, conseguí que me dejara en la puerta bastante maleducadamente. ¡Si a Carrie la acompañan a casa, esto no le pasa! En este caso iba bien vestida ¿Qué pasó? Pues afortunadamente para mi nada porque ese ser me hubiera hecho mucho mal (apenas guardo rencor).
Pero el colmo de la humillación se lo lleva mi jipi. Mi jipi tras mantener una acalorada noche de verano en un sofá de polipiel, en el mar, con lo mal que se llevan la polipiel y la humedad, en todos los sentidos, sin que se llevará a término, decidió, envalentonada cuando volvió a ver al chico, meter morro y que fuera lo que Dios quisiera. Así que borrasha como Jelsin y a sabiendas de que el chico no lo cataba desde hacía años, le dijo terminar aquello que empezaron. Él le dijo rotundamente que “No” y ella le dijo que quizás no había entendido la sutil propuesta, así que se la repitió a lo que él contestó: “No”.
Esto a Carrie, a pesar de ser fea, no le pasa. Bueno, a ella la dejaron plantada en el altar, pero iba de Vivienne Westwood, eso te da una dignidad tremenda.
Es por esto que a mi jipi y a mí no nos vale que Z* diga que está cansada de que ninguno de el paso y de comprárselos todos con tara; porque Z* cual mujer a la antigua, las únicas cartas que descubre son las de los toquecitos y las miradas intensas y de reojo. Si por las claras no se enteran (nosotras achacamos nuestras negativas a fallo en el mensaje entre el emisor y el receptor, no a un claro rechazo, ejeeeeem), por las ocultas mucho menos. Ella dice que la próxima vez va a aplicar el “Cállate y bésame” con quien sea y que eso ya es bastante indignante y eso si es de heroína de película. Quizás si sea indignante porque se los busca tipo avestruz, de los que meten la cabeza dentro y se asustan del carmín rojo. Para ir practicando se ha ido a Madrid a fundir la Visa como si de Carrie Bradshaw se tratara, evitando las taras.
PD. Subo la campaña de Chloé de este verano porque soy fans de la firma y porque es muy bointa y porque Malgosia sale divina sonriendo. ¡Grande Malgosia!

Absolutamente Pop

En mi casa de toda la vida de Dior hemos sido muy de Alaska. Bueno, muy de Olvido, pero mucho, mucho.

Por desgracia somos pocos de familia y por suerte medianamente bien avenidos por lo que, como ciudadanos de Fuenteovejuna, vamos todos a una. ¿Qué mi padre es de Nadal, más que el tío Toni? Pues aquí se le venera cual tótem. ¿Qué mi tía colecciona cucharillas de plata? Pues aquí la que escribe se recorre anticuarios en Budapest con su tía del brazo, siendo yo misma mediadora entre las cucharillas y mi tía (porque buena es mi tía); así que no es de extrañar que si mi primo es fan de Alaska, aquí todos, seamos fans de Alaska.

Mi primo, comparte edad con el marío de la Olvi. En pleno auge de La Movida, él era muy pequeño, pero la explosión de La bola de Cristal y La Bruja Avería le pilló de lleno. Por lo que yo, ahijada de la criatura y nacida en 1985 de toda mi vida recuerdo a Alaska sonando en su casa, en la mía, en la de los abuelos, en el coche; en todas sus versiones Pegamoides, Dinarama, Fangoria, en solitario e incluso en Kaka Deluxe, aunque para mi sea vintage.

Lo tiene todo de ella, discos, sencillos, caras “B”, ediciones especiales, DVD, libros… TODO. Cuando viene a esta mi ciudad a pinchar va, en Madrid era asiduo allá por finales de los noventa, a su bar y cómo no mi veneración absoluta a Raphael (bibliografía: un post cuyo nombre no recuerdo de hace años de aqui mi blog) me viene dada porque la gran Olvido en mega fan fatal de él.

Hace años, en una de las visitas en calidad de DJ de Olvido, mi primo se sacó una foto con ella, que la amplió hasta los limite que permitía entonces la tecnología (la cámara era analógica): MUCHO y se enmarcó en rollo cuadro de Meninas: marco gordo de aproximadamente 25 centímetros, barroco y en dorado. Vamos una pasta que te pasas. Yo de aquella no entendía como le había plantado semejante marcón y él me dijo: “Es que ese marco es muy Alaska, a ella le encantaría”. Yo pensé lo que todos ustedes están pensando, que estaba loco, ya que yo veía la foto mejor con un marco minimal estética Gucci by Tom Ford.
Y me equivoqué. Y me di cuenta de que mi padrino tenía razón el día que vi su casa en el “Hola”. La casa de Olvi y Marito, me la vi yo en “Hola” mucho antes del fenómeno MTV, y ahí guardados están los recortes el casoplon, de hace mil.

A pesar del amor profundo a la gran Olvido a la que considero una de las mujeres más cultas de este país (por favor queridos, tiren de hemeroteca: entrevistas, videos, audios de radio… lo que quieran) capaz de mezclar en si misma “El libro rojo de Mao” con el “Cuore” y que siempre digo, podrás o no estar de acuerdo con ella, pero es razonada en todas sus exposiciones, algo muy de agradecer siempre; el su marío (Vaquerizo) no me caía nada bien.

Ella, se define como producto Pop, y no entiende como sus canciones perduran, ya que ella (y esto lo ha dicho mil millones de veces) concebía su sonido y letras como fruto del tiempo en el que le tocaba vivir y el su Marito es el mejor producto Pop español que hay (hoy). Y la quiere, la quiere muchísimo. Y esto me lo ha mostrado a mi y a ustedes el mayor producto Pop que se ha creado a parte de la Coca Cola: La MTV. El programa de Olvi y Marito, es lo mejor de la televisión de nuestro tiempo. Y digo bien, de nuestro tiempo, porque ellos según su filosofñía de vida son productos listos para consumir. Y yo añado, perfecto ideales, envueltos en lazos rosa de leopardo y satén.

Al (asqueroso) artículo escrito por la señorita (o señora o lo que sea) Lucia Extxebarria sobre la pareja, no hago mención, porque es hablar de semejante mujer acomplejada y me enveneno, es más creo que merece tema aparte, porque es una excelente escritora pero se le ve el plumero más que a Mario.
Y para finalizar la mejor frase en años:
- Olvido (a Mario): “¡Tú lo qué quieres es que la boda dure lo que una boda gitana!”
- Mario (a Olvido): “Mira Olvi, durará lo que tenga que durar, qué para ese estamos con personas normales, no nos vamos a ir todos de colocón al Fabric”



P.D. Yo también quiero que el coctel de mi boda se sirvan chuches y palomitas, las peonias y el sorbete está muerto.

Dolce&Gabbana

Soy la primera que al oír Dolce&Gabbana la palabra “hortera” se colorea de rosa furcia en mi mente. Yo esto lo achaco a la malísima diversificación que ha sufrido la firma. Malísima por una parte, la de asociarla a elementos erróneos muy alejados del glamur de la couture y buenísima, en el sentido de que esa misma diversificación ha ayudado a Domenico y Stefano a mantenerse independientes y fuertes en las turbulentas aguas del negocio de la moda comandadas por LVMH y Gucci Group.
Desde que tengo acceso a la red, me ha gustado buscar publicidad de moda antigua. Siempre me he preguntado en qué momento Dolce&Gabbana pasó de hacer ropa excesiva para mujeres excesivas. Piezas bien hechas, barrocas y trabajadas; a colecciones largas sin sentido llenas de gadgets que no accesorios, que hoy suben pero que mañana caerán en el más profundo de los olvidos. Cómo pasaron del sexy rotundo y del buen hortera a la vulgaridad más barata.
Por tirar de archivo cibernético yo se que los Dolce&Gabbana son grandes entre los grandes porque crearon en los noventa un imaginario fuerte y respetable que se oponía al minimalismo made in Calvin Klein pero sé que la mayoría del público actual, piensa que Domenico y Stefano sólo valen para vestir a hombres de torso depilado con camisas estrechas y pantalones deshilachados, a mujeres de futbolistas sin gusto conocidos y a wannabes de diferentes estamentos. Pues bien, para todos ellos, y para regusto de mi persona, ellos mismos han subido a la revista online Swide estos maravillosos collages que repasan su vida en muros de inspiración, desde el inicio, 1987, hasta creo la actualidad, aunque de momento han subido sólo hasta 1994. De esta manera descubriré en qué punto su imagen de moda se convirtió en lo que es hoy.

PRIMAVERA/VERANO 1987: Transformismo









OTOÑO/INVIERNO 1987/1988: Sicily







PRIMAVERA/VERANO 1988: Il Gattopardo




OTOÑO/INVIERNO 1988/1989: Baroque & Neorrealism




PRIMAVERA/VERANO 1989: La Targa Florio




OTOÑO/INVIERNO 1989/1990: The Forties




PRIMAVERA/VERANO 1990: The Sixties



OTOÑO/INVIERNO 1990/1991: Little Italy



OTOÑO/INVIERNO 1991/1992: Pin Ups





PRIMAVERA/VERANO 1992: La Dolce Vita



OTOÑO/INVIERNO 1992/1993: The Trip





PRIMAVERA/VERANO 1993: The Seventies





OTOÑO/INVIERNO 1993/1994: Orient Express



PRIMAVERA/VERANO 1994: Il Mediterraneo





OTOÑO/INVIERNO 1994/1995: New Rock n' Roll