Blair es la APIA

Mi JmE desde que trabaja de pseudojefe se cree Anna Wintour. No porque tenga una becaría, que también, si no porque a la pregunta del mayor de sus superiores “¿qué es lo que quieres de la organización?” Él estuvo a punto de contestar “tu puesto”.
Del tema de la becaria… bueno, me ha confesado que el miércoles le va a leer la cartilla. De aquí a que se haga un bob hay un paso.


Mi JmE es muy apial. Es más, la mayoría de los nombres que aquí se escriben son muy apiales, sin saberlo. Confesaré sin dar nombres que desde hace un par de meses mis amigas y yo somos muy fans de ciertos EB de gente de la bien cercana. Una pena. De verdad. Yo no sé si darles un toque apial con cariño o una patada en el culo para que espabilen.

El caso es que como nos mordamos la lengua nos envenenábamos. Por no hablar del karma, claro está. Pero en el fondo, no lo hacemos por mala gente, por criticar por criticar. En realidad pretendemos mover conciencias. Como la APIA.



A raíz de mi nuevo cargo apial, con el que estoy ilusionadísima y ya se lo he dicho a Snow, Ladureé no fabrica macarons suficientes para expresarle mi gratitud y de los últimos capítulos de Gossip Girl, he reflexionado bastante, es lo que tiene, los pseudointelectuales no paramos de pensar, pero nuestra pseudointelectualidad nos permite elucubrar sobre los temas más superficiales, si fuéramos intelectuales de pleno nos dedicaríamos a la Teoria de Cuerdas como Punset. Pero para pensar en cuerdas ya está Punset y alguien que roce la intelectualidad debe dedicarse a la superficialidad para que así todos los campos estén bien cubiertos.
Yo siempre he sido muy Blair aún siendo rubia. Pero es que soy plana y bajita, con la lengua demasiado larga y un poco bicho, siempre bajo apariencia angelical, asi que no puedo ser Serena. Además que mi cartilla de baile se parece muy poco a la suya (¿soy a la única que Serena le parece un poco puta?).Blair ahora quiere ser editora, como mi JmE y como yo misma porque si tengo este blog es por mis sueños de Vogue, no por otra cosa porque Blair (y aquí vienen los paralelismos) es quien dicta el buen gusto. ¡¡Cómo la APIA!!



Y este, es al fin, mi auténtico cometido.
“La moda es el arte más poderoso que hay. Es movimiento, diseño y arquitectura todo en uno. Muestra al mundo cómo somos y nos gustaría ser”La APIA, mi vida, mi blog de moda, el blog de mi vida, mis amigas, el mundo, la crisis, todo es moda, que dice Raquel.



LOS DIBUJOS SON DE: http://www.newsfromfashion.com/index.html Recomendable

... de mi candidatura a la APIA

Lo digo como lo siento, esta entrada va de peloteo del fino por puro interés.
Si, si y es que yo quiero pertenecer a la APIA. Es más nací, para que fuera mi religión y mi ideología política. Soy pro APIA, desde antes de saber que existía la APIA. ¡Viva la APIA! La APIA está aquí para salvarnos. La APIA es un flotador en este turbulento mar fashion. La APIA es el ojo que todo lo ve. La APIA es cool, la APIA es trendy, la APIA mola mazo…
…¡Señoras y señores, la APIA LO PETA!
Llegados a este punto, mi jipi, la médico, la africana y demás lectores habituales con los que hablo a diario porque son de la familia, no porque follow me on twitter, que yo no hago sorteos, ni muestro clones, ni dejo mensajes de aprobación ante aberraciones adolescentes, y por lo tanto molo menos mil, porque fijate tú que yo soy víctima de Carine pero antes muerta que irme a un polígono a sacarme fotos con pieles falsas para dar lecciones aún más falsas; (pausa para coger aire) se preguntarán qué es la APIA.
La APIA es la “Asociación PseudoIntelectual Antiegoblogueras”. Una especie de policía de la moda que discierne el bien del mal. Así de taxativa soy, porque a mí en el fondo me gustaría ser dictadora. Que si yo fuera dictadora el mundo iría mucho mejor y no habría crisis. Y no es que yo tenga ínfulas de Abuelo Patxi, lo que pasa es que me fio más de mi que de los demás, pero desde el respeto, el cariño y el buen rollo.


A lo que iba.
La APIA se ríe y critica (desde el respeto, el cariño y el buen rollo, nuevamente) a toda esas pseudo modeliquis fur coat vintage, que se cogen al novio, al marió, a la máama o un trípode y se van ataviadas con un short minúsculo, unos calcetines de canalé, unos tacones de Drag del Zara o del Blanco dependiendo del escalafón social y un abrigo de piel más falso que el pelo de Berlusconi, a un polígono, un basurero, un estanque o una boca de riego en pleno Enero a tirarse unas fotillos y subirlas al internete para que algún día Scott las reconozca por Parla, Teruel o Zamora y las saque en el Sartorio. ¡O aún peor! Para que alguna empresa les regale un clon “Alexa” de la mejor polipiel. La APIA lucha contra las Pandoras de la vida, que son feas que se creen guapas y van de intensas para parecerlo.
Pensé que estaba sola. Pensé que nadie veía este despropósito de looks normaluchos elevados a la máxima. Y por eso casi abandono mi blog de moda. Mi blog que tenía un propósito de compartir y difundir MODA que no trapos que a Zara vamos todos, pero que pasó a contar las chorradas de mi vida; porque si unas se la fotografían, yo me la escribo como las resacas del domingo que recrean la noche anterior, para echarnos unas risas.
Pero de repente apareció la APIA y se que ya no estoy sola y el sol nuevamente brilla.
Quiero ser de la APIA porque aunque me gustan los macarons prefiero las galletas Principe, porque le corto las etiquetas de la tienda a la ropa antes de lucirla, porque soy una chica Vogue y no una chica Elle, porque vivo para la MODA y no para el look.
APIA, aquí mis respetos, aquí mi candidatura.

(Iba a decir que quemo mis Chloes si hace falta, pero eso, creo, es pasarme)


Bibliografía e inscripciones: http://misacuerdosydesacuerdos.blogspot.com, preguntar por SOL.
NOTA DE LA AUTORA: Mi veneración absoluta al logo APIA me impide ilustrar la entrada con cualquier otra foto