María Vela Zanetti es la Suzy Menkes española o al menos lo que más parecido a la "jefa" Menkes. A parte de escribir una columna semanal sobre el estilo de un personaje en cuestión cada semana para Yo Donna, de un tiempo a esta parte escribe "la cruz" de la protagonista de la portada. El poli malo. Su papel. Lo que a ella le gusta.
La Zanetti es lo único que se salva del Yo Donna, que no es más que un Telva semanal, vamos, permitanme la groseria; una mierda.
El sábado pasado la chica dorada copaba la portada y la Zanetti le cosió un traje acorde con su ego; grande:
"Yo en cambio opino…
… me enchilé.
En este enésimo esfuerzo de promoción, Paulina repite el mensaje: lujo, sexy, ¿feminismo? Está un poco pasada de picante, pero el chasis resiste. Encaramada en un descapotable retro, con sus todavia admirables piernas en primer plano embutidas en un short de pailletes y la melena dorada virando a caoba claro, a su habitual maquillaje de estrella le falta transparencia, y ese fallo garrafal, indigno de una fashionista atenta, le echa años encima. Los suyos los lleva como
siempre: un descaro entre pijo y telúrico. Es estauna combinación que arrasa en las fiestas de la jet española - ¿Hay jet en España? – y que sobre el escenario queda borrosa, increíble. Y es que, paradójicamente, Paulina, vestida divínamente fuera del escenario, porque además tienen un cuerpo gracioso y huesos delicados, sobre las tablas parece el camión escoba. Cuando se pone pop, va siempre 10 años por detrás de Madonna: si vende mexicanadas, no le llega al talón a Chavela Vargas, y para levantar a los caballeros de su silla le falta la gracia barriobajera de Shakira. Urge un cambio de look: demasiado Cavalli, demasiada Ibiza, demasiado nada. Los años si le han perdonado de momento, aunque el estilo Miami Vice, es muy traidor, a poco que no exudes una animación desbordante las 24 horas del día, roza peligrosamente el Miami Bitch. Nada tengo en contra de las lobazas, pero para convencer en ese registro, a esta chica, o le falta ordinariez, o bien le sobra su señora mamá o su señor marido. Sobreprotegida, adulada, mimada,Paulina hace tiempo que simula ser una niña mala, y no cuela; como mucho caprichosa. Tampoco su vena espiritual convence, y su feminismo de guardarropa irrita. Su imagen estelar, trágicamente, cada vez se impregna cada día más de la ñoñería insoslayable de las letras de sus canciones; los conciertos parecen fiestas de fin de curso de un colegio del Opus Dei. ¡Por el amor de Dios! ¡Si a Karina se las escribían mejores! Como los malos cazadores, ella tira a todo lo que se muev, y ese mix, que maneja con soltura y mucho dinero a la hora de combinar unas salndalias de bota de Dior con un vestido cortina veneciana de Alberta Ferretti, o unos pantalones skinny con un chaleco masculino, en su repertorio de rancheras aguachirladas y baladas confesionales, insisto, desconciertan al público, que cadavez es más homogéneo y adicto a los mantras puros y duros. No sé qué podría hacer Paulina, tan mona, tan desgarrada entre la juerga y la profesión, sus amores y su egotrip, para salir de esta cansina encrucijad. Creo que seguir con las dos cosas que mejor se le dan: el shopping y las fiestas”

La foto es Hana Soukupova... evidentemente no voy a colgar a Pau en mi blog... un poquito de clase.