"SE BUSCA...

... principe desteñido para princesa desencantada"

ABSTENERSE:

Principes azules, mediocres, caballeros sin caballo, superhéroes y niños bueños.

Requisitos: ... otro día

IMAGEN QUE NOS UNE

"W*... te he dicho alguna vez q me encantas?????" Si. Pero, que pasa cuando yo no me encanto.
Correr libre. Tropezar. Finalmente caer. Esta vez sin herida.
¿Cuándo conseguiré poner las manos antes que las rodillas?
Complicado si sólo hay piedras y nadie te las quita...

PREMIOS FELICES

A veces, la felicidad puede perdurar. La mañana se ha levantado gris, cerrada, con viento y con lluvia. Los árboles de enfrente de mi casa ya comienzan a quedarse desnudos y pocos son los paseantes que a tempranas horas, se aventuran a pisar las piedras del Lazarillo.
Con este marco incomparable que sólo inspira tristeza y decaimiento, he tenido que salir a la calle para buscarme un futuro. Aún así la felicidad que ayer se instaló en mi, se ha mantenido. En parte por condición personal de base y también en parte porque a mi blog le han concedido su primer premio.




Tal honor se lo debo a Lady B (http://mundoladyb.blogspot.com/) que tiene un blog tan joven como el mío e igual de personal.
REGLAS Y CONDICIONES DEL PREMIO:
· Hacer constar las reglas.
· Enumerar seis cosas sin importancia que nos hagan felices.
· Elegir seis personas que continúen con el desafío.
· Avisarles con un comentario en su blog.
SEIS COSAS QUE ME HACEN FELIZ
- Ir al parque a columpiarme mientras comparto una enorme bolsa de chuches.
- Las mañanas que despiertan muy frias pero con mucho sol y un cielo muy azul y brillante. Como aquella mañana en la que me sentía tan feliz.
- Pasear sola con mi cuaderno de escribir y mi iPod.
- Cuando sin previo aviso y sin necesidad me llama y páapa para decirme que me echa de menos y que cuando voy a casa. También sus frases lapidarias llenas de sabiduría.
- Cuando de repente suena la canción de alguien que quiero.
- MI pijama, mi manta y un libro; y toda una tarde por delante. (Se puede cambier por una revista recien salida)
Hay más, hay muchas más. Algunas hasta me dan un poco de vergüenza de lo tontas que son...
NOMINADOS
- Madi (http://madilandia.blogspot.com/), que creó su blog ayer, pero la quiero desde hace tanto tiempo que se lo merece.
- Holly (http://coolandchic.blogspot.com/) porque su blog no es de moda, sino de filosofía y belleza. Y porque ella es genial.
- Quinqui (http://modernitemamarrachite.blogspot.com/) porque escribe el mejor blog de moda que existe. Porque es irónico y no se casa con nadie. Fiel a sus gustos. Infiel a sus gustos. Siempre con poderosas razones.
- Vitote (http://apracticas.blogspot.com/) porque el pobre se anda pegando con su clase toodos los días, para que se anime y no caiga en el prozac.
- Nebulina (http://nebulina.blogspot.com/) que tiene un blog que habla de ella, de su mundo y de sus cosas. Para que más.
- Di (http://di-pordior.blogspot.com/) que mezcla moda con Madonna y un poco de vida personal.
Mi premio lo comparto con los mis nominados, con los desconocidos que me leen, pero sobre todo con mis amigos que me leen porque sin sus comentarios sobre mis escritos y mis idas de cabeza no seguiría escribiendo este blog que tan feliz me hace.

HAPPY DAY

Me he levantado feliz. Feliz. Feliz. Feliz
Si me paran por la calle y me preguntan si soy feliz; gritaré: SIIIII
Y lo mejor, desconozco la razón. No existe. Ninguna
Hoy me siento feliz...
Quizás mañana no... por eso lo mejor... vivir el momento

SER UN HOMBRE

Me he dado cuenta de que no soy un hombre.
Nunca he necesitado ser un hombre hasta hoy.
En mi casa, el hombre era (y es) mi páapa. Y yo “la niña”. Nunca he necesitado ser un hombre en casa.
Cuando llegue a la residencia, teníamos un hombre oficial, Julia, la directora. Otro pseudo oficial, Pablo, el portero calvo y borracho. Y dos hombres auténticos, Pepi y Matilde. ¿Qué se te estropeaba la lavadora? Pues allí iba Matilde toda delicada, con su aspecto de abuelita que acaba de hacer magdalenas, y ¡zasca! Le propinaba una patada al más puro estilo mi padre (“si no es por razones, es por cojones”)
También un día creímos que RV se había vuelto hombre, pero respiramos aliviadas al saber que no había conseguido mear de pie.
Al mudarme a mi piso del centro (donde la ciudad no duerme), lo hice con dos hombres MeR y AR (alias AS). Vaaaaale, biológicamente hablando son chicas (creo) pero era mucho más hombres que yo.
Sobretodo AR (alias AS). ¿Qué había que montar una estantería de Ikea? AR/AS ¿Qué había que sacudir la alfombra que pesa un hígado de pato para paté? AR/AS ¿Qué se fundía el flexo de la cocina y el casero ni guarra de cómo se cambiaba? AR/AS y el que fuera catedrático de Cardiología lo cambiaban a pachas al más puro estilo McGyver, con un taburete que se quedaba corto para alcanzar el techo, y un cuchillo.MeR tenía (y tiene) mal genio (pero sabes que te quiero) y por eso parecía un hombre. Aunque ahora que lo pienso, recuerdo una mañana de invierno, de exámenes que MeR había llegado a casa excitadísima porque se había encontrado a Pablo el portero calvo, borracho (de ello que luego fuera el portero calvo y borracho), entró en el baño y se encontró con Clotilde, la cucaracha (en realidad no tuvo nunca nombre, pero es que ahora, Clotilde me ha parecido estupendo para una cucaracha) ¡y pego unos alaridos!... que no consiguieron despertar a AR/AS (pero luego me enteré que le dan un asco que te mueres). Así que me toco a mi (que soy la niña) desearme de Clotilde y de su cuerpo…
Ahora que vivo sóla, me toca ser el hombre. Esta mañana, estaba yo estudiando y me entró frío. Así que fui a encender la calefacción. En las instrucciones ponía que la presión tenía que estar entre 1 y 1´5… y estaba a 0´5. En caso de no tener esa presión había que accionar en el sentido contrario de la agujas del reloj una manivela LEN TA MEN TE. Y me entro el miedo. Porque estaba sola. Y a lo mejor volaba por los aires. Y eche de menos a AR/AS. Y entonces, llamé a mi padre. Y no estaba. Y mi madre me dijo que le preguntara a mis amigas... o mejor, amigos.
Y pensé en todos. Y me acorde de MP. Y MP es mucho menos hombre que yo aunque tenga barba y gusanito (creo). MP dejó patente que era súper poco hombre el día que yo sin querer me deje abierta la puerta de casa, y llegaron él y AR/AS. Entraron lentamente, paraguas en mano, pero MP escondido tras AR/AS. ¡Y mide 1’90! Así que MP, no me vale como hombre!!!
También pensé en DM(N), pero si le llamaba y le decía que me daba miedo poner en marcha la caldera, se reiría de mi (ahora lo estará haciendo, che! ¡No tiene gracia!).
Total que me he liado la manta a la cabeza y al ratico ya estaba achicharrada.
No soy un hombre. Una lástima. Soy más de un 70% chica. ¡Vaya mierda!

CHICAS: Manual de instrucciones

Por si alguien no lo sabía, las chicas somos tontas. Todas. Somos tontas todas. No nos salvamos ninguna.
No se si somos tontas porque somos biológicamente más avanzadas, o somos tontas sin más. Es algo que tengo aún en estudio.
Es mas, voy a darle la razón a los hombres, cuando dicen que no hay quien nos entienda. Yo hace tiempo que deje de comprendernos. Básicamente porque yo, no me entiendo, y por extensión tampoco al resto del género (pero ojo, tampoco les entiendo a ellos, lo que me lleva a perder la esperanza en el género humano).
Vamos a ver, si analizo desde mi punto de vista femenino las razones que llevan a actuar a una chica de una determinada manera (y si, estoy hablando del amplio campo amoroso sentimental porque he llegado a la conclusión de que esta es la parcela de nuestra vida, alrededor de la cual gira todo lo demás, pero tanto en mujeres como en hombres, no nos engañemos) puedo entenderla. Siempre la entenderé, desde la lógica aplastante femenina, se explica. Pero si eso se traslada a una lógica sin género, ¡No se sostiene por ningún lado!
Somos tontas porque mentimos. Pero nos mentimos a nosotras mismas. A veces decimos determinadas cosas, repetimos una consigna hasta la saciedad porque interiormente queremos que sea esa nuestra auténtica realidad. Incluso a veces creemos que nuestra realidad es la mentira, pero cuando nos posee una marabunta de emociones o cuando nos paramos a reflexionar sobre ello (reflexionar digo, no pensar, que eso lo hacemos continuamente y nos trae muchos problemas) la realidad suele ser bien distinta y nos estamos engañando. ¿Para salvarnos? Puede. Eso se convierte en una lacra que arrastraremos siempre.
Podría poner mil y un ejemplo. Podría explicar cada uno de los ejemplos desde la lógica femenina (y así desvelar un montón de secretos al publico masculino, pero no lo comprenderían) y desde la lógica universal. El problema es que este blog, fundamentalmente lo leen mis ejemplos y atenta contra su privacidad.
A veces las chicas huimos. Actuamos “como los hombres”. Como su estereotipo social actúa. De chico en chico, sin profundizar y luego huimos. Y luego un día nos quejamos porque queremos cariño. Cuando muchos de esos de los que hemos huido han estado dispuestos a darnos un poco de su amor. El problema radica en que, la mayoría de las veces, lo que ocurre es que queremos el amor de uno en concreto. Es ahí, donde mentimos. En el fondo, fondo, fondo, sabemos que lo que ocurre es que eso, queremos el amor de un caballero en cuestión, pero nos lo ocultamos a nosotras mismas ¿Por qué? Pues sinceramente, no lo se, porque cuando se plantea la situación, suelo comprender a la pava en cuestión (normalmente es miedo, en su amplio aspecto), pero ahora al escribirlo de manera neutral, me parece una mera gilipollez inexplicable.
Otras veces somos “súper independientes”. Como Juan Palomo. Pero si se da, que estamos con un caballero y este un día no nos presta toooda su atención, ¡zasca! De morros. Y si nos pregunta que nos pasa diremos: “Nada”. Mentira. Si, insiste: “Nada, de verdad” pero con el gesto torcido. Doble mentira. Explicaremos a nuestras coetáneas que “teníamos mal día por H, B y J, y va él e hizo noseque, que colmó el vaso, pero que debería haberse dado cuenta”. Mentira. Si vale, teníamos mal día pero lo que pasa es que las chicas necesitamos atención. Y punto. Más, o menos. Pero la necesitamos. El problema es que no le vamos a decir a, nuestro Palomo particular “¡¡¡¡Necesito atención!!!!” porque eso hecha por el suelo la teoría de la liberación femenina y probablemente Simone de Beauvoir, en ese instante se revuelva en su tumba (aunque cuantas peloteas internas tendría esta con Sartre, pero claro, intentaba liberarnos de la opresión masculina, si le reconocía falta de atención el yugo no se levantaría nunca!!!! Una mártir la pobre ahora que lo pienso ¡Cuánto debió amargarse!)
Es más, hay días en los que nos enfadamos con el mundo, y no decimos por que. Mal humor y ya esta. En nuestro fuero interno sabemos que es falta de atención de Palomo. Callamos. Y si a este, de repente, los dioses que aman a las mujeres, le inspiran y decide mandar un mensaje o llamar o incluso un toque (me estoy dando cuenta que somos más tontas de lo que creía) ¡zasca! El buen humor regresa. Pero no diremos a los que nos rodean: “Es que Palomo me ha dado un toque”. No. Diremos: “Ya se me paso” sonriendo. Así de simple.
También se da el caso, de que puede que haya un caballero que nos ronde. Y pasamos (por H, B o J, eso da igual). Le damos calabazas, hasta que ahogamos su amor propio y el susodicho en cuestión “pasa” (normal por otra parte). Y cuando empieza a “pasar”, ¡zasca! De morros una vez más. ¿Lo reconocemos al mundo? Noooooooooo. Intentamos que vuelva a rondarnos. Sin reconocer que lo que pasa es que nos encanta que nos ronde.
Hombres del mundo: Si ella te da calabazas, “pasa” de ella durante un tiempo, que al pasar el tiempo, ella vuelve. En serio, es un axioma universal. Preguntad a una chica con la que tengáis confianza. Al final lo reconocerá que es así. ¿Y por qué? Pues porque somos tontas.
Incluso puede que nos ronde un caballero que consideremos “perfecto” y que el problema sea que en ese instante de nuestra vida, no queramos nada “perfecto” (por H, B o J, eso sigue dando igual, lo que quiero dejar claro, es que siempre hay razones de “peso considerable” siempre, y muchas). Calabazas. Sin una mísera probabilidad al pobre muchacho. Pero si, a otros que son unos auténticos imbéciles, que no son “perfectos” y por tanto no tiene “ese problema” y ¡zasca! Nos pillamos por el imbécil porque repito, somos tontas. Nos pillamos aunque sea superficialmente por unas horas. Luego nos vamos a dar cuanta de que el “perfecto” efectivamente lo era, pero entra en juego el amor propio y, como somos tontas, no daremos nuestro brazo a torcer (que ojo, a él le daría igual y estaría encantado de la vida). ¿por qué? Todos a esta alturas sabéis ya la respuesta.
Se da incluso el caso en que si un chico es “nuestro” (nuestro no como novio, puede ser como amigo, compañero de prácticas, portero de nuestra escalera... nuestro sin más) es nuestro y punto. Y si otra intenta levantárnoslo ¡zasca! El puchero regresa. Nosotras nos hablamos con todos, pero ellos sólo son nuestros (porque necesitamos atención exclusiva). ¡Y qué intente que sólo le hablemos a él! Ja! Somos mujeres del siglo XXI y no entra en nuestro planes ¡Cromañón retrogrado!
Lo que ocurre es que, como he dicho al principio, somos biológicamente más avanzadas y a ellos cuando ocultan las autenticas razones de algo (se da en algunos casos, hay algunos que también son muy avanzados) se le pilla siempre.
Tras llevar un tiempo analizando a mis coetáneas (amigas, conocidas e incluso desconocidas) he llegado a la conclusión de que seriamos más felices si nos dijéramos la verdad. A nosotras mismas, con eso basta. No es necesario cacarearlo a todo el mundo que también somos muy dadas al drama y luego se preparan las que se preparan… y nos quejamos… con razón.

DE FIESTA EN FIESTA

El próximo jueves, son las fiestas de la que era mi facultad. San Lucas no es mi patrón, mi patrona es Santa Apolonia, pero como pertenezco al club de los hermanos pobres, pues es tontería celebrarlo a parte. 180 personas, que es el número total de alumnos entre las cinco clases, no tienen poder de convocatoria y sólo daríamos pena. Así que como además de hermanos pobres somos muy listos, pues celebramos San Lucas y el día de la nuestra no se va a clase y se cierra la clínica. Estamos a todo.
Como decía, el jueves es la primera fiesta del año. Como al final no me voy a la capital del reino, porque es grande y gris y yo soy todavía pequeña, pues iré a la fiesta de mi facultad, que no de mi carrera, auque ya no me toque.
Desde que empecé la universidad, estas fiestas han marcado el de venir del resto del curso. Un preludio de lo que me esperaría. Muchas cosas han cambiado desde Octubre del 2003, pero la esencia es la misma.

PRIMERO: “Diez razones para odiarte”
En un ataque de sinceridad, diré que no quería ir. Pero si no iba, me convertiría en la rarita, así que fui. Fui en chándal. Creo que para ir cómoda. Creo que fue la última vez en mi vida que me puse chándal para algo que no estuviera relacionado con el deporte.
Allí estaba yo, en un complejo deportivo al aire libre, rodeada de desconocidos con motivos amarillo, de gente disfrazada y de JA, MG y ZF, que eran tan novatas como yo.
MG y yo conocimos a un chico con el que estuvimos hablando tres horas. Estudiaba biología pero estaba de infiltrado. En aquel entonces era perfecto para mi, tan perfecto que su película favorita era “Diez razones para odiarte”… Este chico sigue estudiando biología y lleva tres años viviendo con su novio y su perro
A pesar de toparme con el segundo de mis gays (creo que hubo uno antes, y creo que aún no ha salido del armario, pero todo se andará). Aquello no fue el drama que me imagine antes de ir. Es más me divertí. Es más, me gusto.
SEGUNDO: “Under the bridge”
Llovía. Llovía muchísimo. Llovió todo el día. Llovió. Llovió y llovió. Tanto que en seis horas creo que no me moví de mi sitio debajo del puente por varías razones:
- Si me iba de allí, me mojaba
- Si me iba de allí, me quitaban el sitio
- No me podía ir porque debido al barrizal formado, mis pies estaban incrustados en el suelo.
Recuerdo poco más porque la lluvia lo empaña todo. Lo único un médico de ojos verdes y una chica morena que querían ir a Grecia. De aquel médico (creo) que nunca más se supo, de la chica sí. Lo que me hace pensar que en realidad sus ojos no eran verdes…
TERCERO: “El año de la rata”
Finalmente, aquello me gustaba y fue el primer año que me disfracé. De ratita, con orejas y colita. ¡Lo que dio de si la colita!
Cambio de lugar, lluvia y barrizal, que es lo típico. Primer disfraz y primer año que MdO y yo decidimos ir de por libres. Vigilando en la distancia a B, que parecía estar hablándose con una, vigilando a objetivos facultativos, vigilando a extrafacultativos.
CUARTO: “Piratas del Caribe”
Iba de hada versión primera. Con alas y varita. Iba concediendo deseos a la gente. Una chica me pidió, literalmente, que sacará “La zorra que llevaba dentro” y lo hice. Media hora más tarde estaba dándolo todo. Yo ojiplática. Ella ojiplatica. El aún ojiplático.
Aquel año MdO y yo fuimos más “outsiders” que nunca. Durante todo el día estuvimos ella, yo y culito. Pululando. Aunque fui más outsider que nadie. A las diez de la mañana ya no tenía ni un hilo de voz, por lo que llevaba un cartelito que ponía “No es que sea borde, no puedo hablar, no tengo voz”. Como yo era una hada la mar de graciosa, la gente me miraba, ladeaba la cabeza y me decía “Ohh! Mírala, que mona!”
Estuve sin poder hablar nada, nada, de nada tres días. Al final fui a urgencias y tuve un subidon de azúcar que hizo el resto.
QUINTO: “Extraño pero bonito”
Hada versión segunda. Perfeccionada con tutú y boa de plumas rosas. No me quite la boa en todo el día.Extraño porque hizo sol, T (que me cae fatal) vendía en la barra, JA y yo sacándonos fotos con AP que hacía años que no lo veíamos, RV de payasa sincerándose, las chicas de mi clase (que son ya muy mayores porque están trabajando) vendieron casi hasta las bragas, tres chicas y un chico al lado de la puerta y varias niñas (y un niño) detrás del chico del pelo brillante que no hizo caso a ninguna.
En mi último año aprendí que el alcohol era muy malo. No porque Esculapio vomitara fosforito durante tres horas, sino porque el chico luminoso, a día de hoy no recuerda quien es la rubia.

PLAYBOY NEOCONSERVADURISTA. Los limites de lo erótico

Se supone que Playboy es una revista erótica (no vamos a llamarla porno, en esos temas, tengo oído que en el quiosco se encuentran cosas más obvias). Con sus playmates recauchutadas en portada, oxigenadas y con cara de tonta de Arkansas.
La portada de este mes de Playboy Francia, es Lily Cole. Lily Cole es una modelo británica, pelirroja, musa de la primera película como director de Marilyn Manson (y creo ya que sobran las palabras). Mide 1’80 y tiene cara de bebe gigante. No es de una belleza dulce e inocente capaz de despertar oscuros deseos en hombres tipo Nabokov. Puede parecer inocente. E incluso dulce. Pero da muy mal rollo.
Aparece fotografiada con coletas abrazada a un peluche tan grandón como ella. Da todavía más mal rollo.
El Playboy francés es pretencioso. Pretencioso como todas las revistas francesas que pretenden revestir de los adjetivos “chic” y “savoir faire” todo lo que hacen.
Con ver la portada tengo suficiente, me aterraría ver el editorial completo porque creo, tendría pesadillas durante años. El caso es que me hace preguntar a tipo de hombre hetero u homo, o que tipo de mujer hetero u homo despierta instintos semejante imagen.
Supongo que el erotismo es algo complejo y que no esta universalmente estandarizado. Depende de factores individuales y culturales.
El último tango en París” es considerada la mayor representación del cine erótico. Miles de españolitos corrieron a Francia con alevosía y nocturnidad, medio ocultos, para poder verla. Causo revuelo en el mundo, pero en España por su contenido y obviedad estaba prohibida. Yo la vi el año pasado y me pareció ridícula. Es más, me quede dormida. Lenta, aburrida y soporífera. Si a mi no me lo parece pero lo es, quizás lo de Lily lo sea, aunque a mi no me lo parezca.
Las revistas femeninas de moda (sobre todo las francesas por aquello de que son pretenciosas) utilizan códigos del erotismo masculino constantemente. Se sabe que hay un alto porcentaje de hombres heterosexuales que compran este tipo de revistas y quizás estas imágenes vayan dirigidas a este publico. Pero este tipo de imágenes gustan a hombres y a mujeres por igual (no lo digo por decir, me baso en la potestad que me otorga haberme leído miles de comentarios en foros de moda), y no es por la ropa, porque en estos prima la ausencia de ella. Pasa lo mismo con el calendario Pirelli. Gusta a hombres porque es un calendario de chicas. Pero no es un calendario de cabina de camión, es sutil, tiene “savoir faire”, es chic, es muy pretencioso. Por eso gusta también a las mujeres. Las mujeres que aparecen en él, en la mayoría de los casos, están vestidas. Muchos editoriales y campañas de moda utilizan en mayor grado la desnudez que el Pirelli, pero aún así representa el alto grado de lo erótico.
Uno de los editoriales de moda mejor considerados de este año, fue uno publicado en el Vogue Hommes Internacional, en su edición de primavera, “In love”. Los protagonistas eran el español Andrés Velencoso y Daria Werbowy, en la playa retozando. Se supone que es un edito de vaqueros. Se supone. Porque no es sutil, es obvio. Las imágenes son muy bellas y fotografiadas con muchísimo gusto. Pero son más dignas Playboy que de Vogue.
El caso es, que si en Playboy sale la Cole, que hasta ahora era la musa de los editoriales bizarros y fantásticos y en Vogue una Daría explosiva con un Andrés aún más explosivo, ¿En que momento se han cambiado las tornas? ¿Es todo sexo como pregonaba Tom Ford y Helmut Newton? ¿o como estamos en crisis y sobre nuestras cabezas flota el neoconservadurismo todo, hasta las revistas de hombres, se han suavizado?
La respuesta está en los ojos del que mira.









LA MIERDA DE CHLOÉ

Estoy entre desilusionada y enfadada. No, estoy muy enfadada. De esto las voces de mi cabeza interesadas en la moda, no se recuperan.

Hay firmas que no sabes muy bien porque, pero que casan contigo, que son tuyas aunque no te puedas permitir ni un triste par de medias suyas, que las miras una y otra vez, cuya fecha y hora de presentación marcas con rojo en tu agenda y que son capaces de marca el ritmo circadiano de tu existencia fashion.
Mi firma es Chloé. Espero sus desfiles, sus presentaciones resort, sus campañas y la elección de sus chicas, con la misma ilusión que un niño espera la Navidad.
Chloé nació con el prêt à porter. Chloé es el prêt à porter. No es una firma con pretensiones artísticas y deseo de entrar en los museos, ni de pasar a la historia por inventar nada. No lleva el nombre de su fundador. No es el espíritu de una persona.
Chloé es la firma de las chicas por excelencia. Chicas femeninas que no se disfrazan, chicas que van de chicas. Chicas modernas que hoy tienen un punto roquero, mañana un aire bohemio y pasado un poco naïf. Pero que nunca, nunca pierden la feminidad, ni el espíritu romántico. Chloé sabe a París y a chic francés. Es el café Flore.
Chloé son vestidos etéreos, sobre todo vestidos, suaves y femeninos. En los que puede variar el largo y el escote pero que siempre serán el objeto de deseo. Estampados o lisos, de algodón, chiffon o raso. Con tacones o bailarinas. Con chaquetas de esmoquin, chupas de cuero o cardigans de algodón. Pero siempre vestidos.
Chloé son pantalones ultra femeninos que hoy son más slim y de talle extra bajo y quizás mañana siguiendo la tediosa tendencia sean más anchos, pero siempre serán favorecedores. Combinados con tops que poco dejan a la imaginación, con camisetas o camisas de hombre.
Chloé es encaje y bolsos maravillosos. Es color pero sin estridencia. Es Martine Sitbon, Karl Lagerfeld, Stella McCartney y Phoebe Philo. Es incluso Paulo Mellin que le empezó dándole un toque de la especial Marni, pero que justo cuando trabajaba Chloé y demuestra que puede seguir haciendo la firma sin copiarse, sino reinventándose como hace Chanel una y otra vez, le dan la patada.


Si en la sociedad se respira sexo auspiciado por Tom Ford. Chlóe es Carmen Kass con el vestido más pequeño que la mente humana pueda imaginar adornado con plumas, tacones altísimos y un borsalino.
Si las chicas quieren Rock and Roll, Chloé les da a Daría con camisa transparente, desabrochada y una botas mosquetero, chupas de cuero y vaqueros felinos y etéreos vestidos de gasa estampados en rojo llenos de volantes que se mueven al ritmo de la música.
En el caso de que la heroína Chloé decida darle un punto masculino a su armario, sobre la pasarela los vestidos aparecen con lazos que recuedan pajaritas, camisetas sacadas del armario de ropa interior de un caballero de los años 20 y camisas llenas de broderie anglaise combinadas con faldas de raso y satén.
La firma fue creada por Gaby Aghion en 1952. “Chloé” significaba modernidad y juventud, fue así y con ella como nació el prêt à porter de lujo. En el año 1956 Gaby, se asoció con Jacques Lenoir y ese mismo año presentaron su primer desfile en el parisino café Flore, punto de encuentro de artistas e intelectuales. La colección estaba compuesta por una serie de vaporosos vestidos de algodón egipcio.
Durante los años 60 fueron muchos los diseñadores que colaboraron con las creadoras en la colecciones de la firma y que sentaron las bases de su identidad, entre ellos Gerard Pipart, Christiane Bailly, Máxime de la Falaise y Karl Lagerfeld. Lagerfeld, entró en 1966 pero no fue hasta 1974 cuando se convirtió en el único diseñador de la firma. Fieles seguidoras del estilo romántico, joven y desenfadado que proponía Chloé, fueron mujeres icónicas como María Callas y Jackie Kennedy.
Nuestro querido Karly, estuvo en Chloé hasta el año 1983 cuando firmó por Chanel (y ya diseñaba para Fendi). Dos años más tarde, Gaby y Jacques vendieron la firma al grupo Richmond y comenzó la expansión global de la firma.
Guy Paulin y Philippe Guibourge se encargarón de las colecciones hasta que en 1987 Martine Sitbon firmó por Chloé. La empapo de frescura e intemporalidad. Sitbon duraría en Chloé hasta 1992, año en el que Karly más-gordo-que-nunca Lagerfeld regresó a la firma y con él los desfiles protagonizados por super modelos como Claudia, Naomi, Carla Bruni o Linda Evangelista (imagen de las campañas durante muchos años).
La primera colección de la segunda etapa de Karly fue tachada por la gran Suzy Menkes de feista (pufff años después haría bolsos con su cara, horrores imperdonables en Fendi, y un circo a temporadas alternas en Chanel…) y defendida a ultranza por seguidores fieles de nuestro Karly como André León (antes delgado, luego gordo). Yo que me he visto todo lo que he encontrado en youtube digo que ese desfile es fantástico y actual al cien por cien, quizás mal entendido en la época (en la cual a Marky-me-tatuo-a-Bobo-Esponja-porque-soy-la-mar-de-guays Jacobs le lapidaron).
El caso es que esta segunda etapa de Karly gordo, no fue todo lo óptima que el grupo Richmond y su presidente Ralph Toledano querían. Así que a Karly le dieron la patada, lo cual le sentó fatal porque él ya era la estrella que hoy es. Menudo rebote se pillo el colega, yo creo, que todavía le dura y que si se lo recuerdas se le estalla el cuello rígido almidonaó ese que me lleva para ocultar la papada que le quedó tras adelgazar 21 kilos…
Mediados de los 90, el mundo de la moda sufrió su última gran revolución. Jóvenes ingleses estudiantes de la mítica escuela Sant Martins aterrizaban en Paris para hacerse con el mando de la moda. Galliano en Dior, Mcqueen en Givenchy y … Stella en Chloé.
Stella no era otra que Stella McCartney, hija de Paul y Linda. 24 añitos prácticas en Lacroix y quizás un buen enchufe. Llegó como un elefante en una cacharrería, Rock and Roll, botas altas, escotes profundos, corsés, silueta Slim, pantalones de talle bajísimo. Si, el rock de papá, pero sexo, mucho sexo y una mujer fuerte y decidida que sabe lo que quiere y como conseguirlo. Para ello, no hace uso del “dress for succes”, sigue siendo femenina, siguen los románticos vestidos de Gaby.
Las ventas crecieron, se abrieron tiendas más allá de las fronteras francesas, pero Stella era cuestionada en cada colección. Ganó incluso un CEFA pero a pesar de ello, la sombra del enchufe planeaba constantemente sobre ella.
En el año 2001 Stella firma con el grupo Gucci para crear una firma con su nombre. La sustituta de Stella no la buscaron muy lejos. La elegida fue Phoebe Philo amiga intima de Stella desde los locos años de la Central Sant Martins, asistente en Chloé y segunda de a bordo.
Desde la entrada de Stella como directora artística de Chloé, siempre se dijo que quien en realidad diseñaba era Phoebe, rubia, tímida, inglesa criada en Paris, con ese nombre tan moderno y chic como lo era “Chloé”. Con su primera colección lo demostró. Chloé era ella. No sería, ni será nunca la más grande. Su nombre no se escribirá con letras de oro en el libro de las vacas sagradas de la moda. Pero es una chica que sabe lo que las chicas quieren. Y tanto.
Ventas en ascendentes, bolsos codiciados y la línea “See by Chloé”. Campaña firmadas por McDean e Inez van Lamsweerde & Vinoodh Matadin. Más tiendas, más editoriales, el sueño de las estilistas. Y vestidos, muchos vestidos, a todas horas vestidos. Masculinos, roqueros, con aires deportivos, aniñados, pero siempre para vestir, nunca para disfrazar. Resaltan, no esconden.
Phoebe se fue, y yo llore. La incertidumbre se apoderó del mundo de la moda y ansiosos esperamos la llegada del otoño 07/08 y la colección de ese sueco formado en Marni… Paulo Melim Andersson.
No es que Paulo lo hiciera mal. Que no lo hizo. Que dio un giro a Chloé. Vamos, que en su intención de crear una identidad propia bajo su nombre, rompiendo con el rock, rompiendo con Londres, que era Stella y sobre todo Phoebe, le salió Marni. Y no era Chloé, era Marni. Y no estaba mal. Pero tampoco del todo bien.
En su último desfile, Paulo, si hizo Chloé, con toda su esencia y sin la larga sobra rubia de Phoebe, pero como a Karly en su día le dieron la patada. El mundo de la moda se mueve rápido, no se esperan resultados a corto plazo. Los resultados, son ya, ahora, hoy y no mañana.
Y hablando de resultados, la soberana cagada que ha hecho Hanna MacGibbon, ¿venderá algo?
¿Desde cuando Chloé son modelos anodinas, insulsas, vestidas con ropa de su mamá y con pañales de raso gigantes?
Yo tenía esperanzas en Mac Gibbon. Porque fue asistente de Phoebe. Porque presento un resort brevísimo y una campaña de invierno de a penas tres fotos que casi no aparece en las revistas. Lo cual me hacía creer en ruptura y en olvido.
Ruptura es, pero no olvido.
El desfile del sábado no es Chloé. No es de principiante tan siquiera. No es de Zara como es Gucci. Esa ropa sin identidad, que una mujer no se la pondría, que una chica no desea, es como Holly dice de Dior, una puta mierda.